Ayer saltó la bomba. Sergio Ramos comunicaba oficialmente su renuncia a la selección española lanzando un dardo contra Luis de la Fuente, quien le habría hecho saber su decisión de no contar con él bajo cualquier circunstancia.
La noticia fue doble. Por un lado estaba el hecho de certificar que no veríamos nunca más al de Camas jugando con España. Por otro, el hecho de ver al nuevo seleccionador descartando a una leyenda y haciéndoles saber que, ya esté en peor o mejor forma, nunca le llamaría para una convocatoria.
Como es lógico, el revuelo fue inmediato. Desde la Federación Española de Fútbol se deslizó la sorpresa por las formas en las que se había expresado Ramos, ya que entendían que estas no eran correctas y que, además, había saltado ahora con una reivindicación que no se atrevió a llevar a cabo hace meses con el otro seleccionador, Luis Enrique.
Llegados a este punto, quizás lo que ha dolido a Ramos es sentir que ahora sí tenía opciones y que estas han sido borradas de un plumazo por una llamada telefónica. ¿A qué nos referimos? A la presentación de Luis de la Fuente como seleccionador.
En aquel momento, recién tomado el cargo, las preguntas sobre qué jugadores llevaría a su selección se agolparon, y claro, entre ellas no faltó la que hacía referencia a si contaría con Sergio Ramos. Tras dejar claro que nunca miraría el DNI para llamar a tal o cual jugador, y que por supuesto se basaría en los méritos de cada uno sobre el césped, abrió la puerta al retorno del zaguero con estas palabras. “¿Puede venir a la Selección? Sí. ¿Está en buen estado? Sí”, sentenciaba entonces.
El cambio de opinión
¿Qué ha llevado a De la Fuente a apartar a Ramos? Su proyecto. El nuevo seleccionador no quiere cargar con peso alguno del pasado y cree que tener a Sergio en la selección supondría un lastre. Aunque ha valorado la opción de que fuese el líder de su España, finalmente ha entendido que convocar al sevillano sin garantizar su puesto en el once puede resultar incómodo y perjudicial para el grupo. Así, ha optado por tomar el mismo camino que Luis Aragonés cuando éste decidió dejar de contar con Raúl.
Por último, De la Fuente viene de ser seleccionador sub-21, y este es un dato que no podemos obviar. Le gusta trabajar con chicos jóvenes y cree que un jugador del calibre de Ramos ocuparía un lugar que podría evitar el crecimiento de otras piezas que desea desarrollar. El nuevo seleccionador mira a la Eurocopa de 2024 y al Mundial de 2026, y lo hace queriendo formar su grupo sin injerencias del pasado.