Aitor Torvisco4 min lecturaMientras la sociedad se esfuerza en presentarse al mundo como algo mucho mejor de cómo se pinta, las circunstancias siguen empañadas en llevar la contraria. En pleno siglo XXI, el racismo y la intolerancia sigue siendo lacras a combatir que están tan presentes, que prácticamente no se habla de otra cosa. Las lágrimas de Vinicius Junior relatando sus vivencias han puesto el foco en el partido que España y Brasil disputan este Martes Santo en el Santiago Bernabéu de Madrid bajo el lema de 'Una misma piel'. Casi de manera simultánea, ha saltado un cisma en la selección de Alemania al trascender que el también jugador del Real Madrid Antonio Rüdiger ha presentado una denuncia contra un periodista germano por posible delito de odio por motivos religiosos en la que el central ha contado con el apoyo de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
Rüdiger y la DFB han presentado sendas denuncias ante la justicia alemania contra las calumnias vertidas por un periodista contra el jugador del Real Madrid, después de que éste compartiese hace dos semanas una fotografía aludiendo a la celebración del Ramadán, el mes sagrado para la cultura musulmana. En las querellas, presentadas ante la Fiscalía de Berlín por parte de futbolista merengue y en la de Frankfurt, en la que han tramitado los servicios jurídicos de la federación germana, coinciden en señalar que el futbolista ha sido víctima de un delito "por insulto o calumnia, incitación a la ofensa e incitación al odio".
La noticia fue publicada por el semanario Zeit y fue recogida por la totalidad de la prensa local, originando muchísimo ruido mediático e intensos debates sociales, y ha sido confirmada por el representante de Rüdiger, que durante estos días se encuentra concentrado con su selección para los partidos amistosos de esta Ventana FIFA de finales de marzo. En la imagen en cuestión, el central posaba el pasado 11 de marzo justo antes de iniciar sus oraciones, con el dedo índice de su mano derecha apuntando al cielo y con un mensaje de felicitación por el Ramadán a todos los musulmanes en el mundo: "Que el Todopoderoso acepte nuestro ayuno y nuestras oraciones".
El periodista Julian Reichelt, exredactor jefe del diario Bild, reaccionó a este gesto vinculando con el terrorismo. Así, consideró a través de su cuenta en X que "desde hace dos décadas los terroristas se han apropiado de todo" y apuntaba que este gesto que hacía Rüdiger "se ha convertido indiscutiblemente en el saludo del Estado Islámico y de asesinos islamistas en todo el mundo". Tras conocer la demanda, Reichelt calificó esta reacción como "un método de intimidación" e insistió: "El dedo índice levantado del islamismo, con el que los terroristas de todo el mundo celebran sus asesinatos, no cabe en Alemania. Nunca dejaré que nadie me impida decir eso".
El propio diario Bild está siguiendo de cerca este caso que ha generado una enorme repercusión y ha publicado este martes declaraciones de los abogados del Rüdiger, condenando estas declaraciones que considera que le tildan como terrorista y asesino. Todo lo contrario. "Como creyente convencido, (Rüdiger) es una persona amante de la paz que rechaza cualquier tipo de violencia. Interpretar el gesto como un saludo islamista es incorrecto y deliberadamente polarizador", exponen, explicando que esa figura del dedo índice alzado es el símbolo Tauhid del Islam que significa "No hay más Dios que Alá".