Alejandro Sáez3 min lecturaAna Muñoz, quien fuera vicepresidente de la RFEF y responsable del departamento de integridad de la Federación Española de Fútbol, destapó la caja de los truenos durante su comparecencia como testigo ante el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Majadahonda (Madrid), el cual investiga el caso de los ‘Supercopa Files’.
Según informa El Confidencial, Muñoz dijo que Luis Rubiales frenó una sanción a Sergio Busquets que le habría impedido debutar un Clásico ante el Real Madrid, con lo que esto supone para los enfrentamientos entre FC Barcelona y Real Madrid.
Ana Muñoz acudió como testigo ante los tribunales para dar su versión sobre la adjudicación de la Supercopa de España a Arabia Saudí, actuando Gerard Piqué como intermediario y ganándose 24 millones de euros por su función.
Entre sus explicaciones, Muñoz desveló el episodio de la sanción no impuesta a Busquets y que la llevó a dimitir en diciembre de 2019. Rubiales, según su versión, se dirigió al departamento de integridad para que no llevara a cabo su propuesta de abrir expediente a Sergio Busquets por unas críticas a los colegiados. Así lo exigía el código ético, pero según la testigo, Rubiales le pidió que se pospusieran ya que eso sería “pegarse un tiro en el pie” y que no eran nadie para pedir una sanción a un futbolista.
Los hechos se remiten a un empate a dos entre Barcelona y Real Sociedad en Anoeta, en el que se reclamó un penalti sobre Piqué. Luego, Busquets se quejó ante los medios sobre la actuación arbitral, poniendo en duda la honestidad de los mismos y asegurando que no habían querido pitar la pena máxima. Cuatro días después de ese partido se jugaba el Clásico. La sanción que podría haberle caído al ya exjugador del FC Barcelona, ahora en las filas del Inter de Miami de la MLS, habría sido de hasta cuatro partidos, por lo que en ningún caso podría haber jugado el Clásico.
Una nueva acusación, por tanto, la de Ana Muñoz, contra el ya expresidente de la RFEF Luis Rubiales, quien se vio obligado a dimitiro por su beso a Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial conseguido en Australia por la selección femenina de fútbol. La presión política por lo sucedido, pese a defender Rubiales en todo momento que fue "consentido", acabó generando un profundo cambio en la RFEF, que actualmente se encuentra en manos de una junta gestora interina a la espera de elecciones para nombrar a un nuevo presidente.