El descenso del Real Valladolid a LaLiga Smartbank sigue dando mucho que hablar. Según informa Relevo, Ronaldo tenía cerrada la venta de la entidad pucelana por un montante de 80 millones de euros, un acuerdo que se vino abajo con la pérdida de la categoría, ya que estar en Primera división era una de las condiciones para hacer efectivo el acuerdo.
Es obvio que el descenso cambia enormemente el panorama de los vallisoletanos. Como suele ocurrir en estos casos, llega la hora de apretarse el cinturón y hacer ingeniería financiera para que todas las piezas del puzzle encajen, pero lo que nadie esperaba es que el plan de Ronaldo fuese abandonar el barco; más teniendo en cuenta que tras consumarse la caída a Segunda división dijo lo siguiente: "La situación financiera del Club es estable. ¿Si he pensando en traspasar el Valladolid? Pues la verdad es que no. El mercado de venta está bastante caliente, pero no me iré de Valladolid hasta no dejar el legado que quiero", comentó señalando que no iba a vender el club sin desvelar que se había visto obligado a que fuese así.
Ahora sabemos que sí pensaba vender, solo que le faltó que el Valladolid lograse un gol ante el Getafe CF para continuar en Primera división. Con el descenso, el valor de la entidad es menor y el negocia que haría vendiendo su paquete sería ostensiblemente menor al señalado. En cualquier caso, no se trata de una puerta cerrada, en todo caso, entornada. Desde el citado medio explican que la venta no está está al 100% descartada, ya que está podría darse en Segunda división con un variable si se logra el ascenso de uno de los dos primeros años.
Con el tema de la posible venta rondando el ambiente del estadio José Zorrilla desde hace bastante tiempo, fueron dos grupos inversores, uno estadounidense y otro mexicano, lo que estaban más cerca de cerrar un acuerdo. En última instancia, los primeros son los que movieron ficha hasta el punto de intercambiar documentación con el Valladolid. La propiedad del club recibió una LOI (Letter of intent) de los inversores y ellos, por su parte, entregaron las cuentas. Finalmente se llegó a un entendimiento que fijaba la venta del 80% de la propiedad en 80 millones de euros. Ambas partes estaban satisfechas, pero todo se ha caído al no conseguirse la permanencia.