André Silva ya sonríe en Donostia. Su fichaje a comienzos del pasado mes de agosto fue uno de los más ilusionantes entre la masa social de la Real Sociedad, que se frotaba las manos por la llegada del contrastado ariete luso procedente del RB Leipzig en calidad de cedido y con opción de compra por una cantidad de 15 millones de euros.
Tras la marcha en verano del noruego Alexander Sorloth rumbo a Villarreal, la llegada de André Silva se antojaba clave para completar la delantera txuri urdin, acompañando a Umar Sadiq y a Carlos Fernández como puntas específicos de Imanol Alguacil.
Sin embargo, las lesiones le han lastrado de tal forma que aún no había podido comenzar a demostrar todo el potencial que atesora. Con su anterior club sufrió a finales de mayo una rotura de fibras en el muslo izquierdo que le iba a mantener tres meses alejado de los terrenos de juego; por tanto, la Real Sociedad le fichó conociendo ese hándicap y que no sería un futbolista de rendimiento inmediato desde la primera jornada. Debutó contra el Athletic Club en Anoeta a finales de septiembre disputando la última media hora del derbi vasco y también participó en la jornada liguera siguiente saliendo desde el banquillo en el último minuto de la derrota contra el Atlético de Madrid en el Metropolitano.
Y entonces el infortunio volvió a llamar a su puerta y se rompió de nuevo a mediados de octubre. Fue en un entrenamiento rutinario en las instalaciones de Zubieta y en este caso el músculo afectado fue el soleo de su pierna derecha. Reapareció en diciembre jugando tres minutos en Pamplona antes de firmar el único gol en la victoria en Andratx correspondiente a los 1/32 de final de la Copa del Rey. Desde entonces ha estado alternando compromisos vividos íntegramente desde el banquillo de la Real Sociedad con participar en algunos minutos residuales hasta estos últimos tres choques en los que ha sido titular.
En Vigo participó en la primera parte del partido que los vascos ganaron a los gallegos, 1-2, y que les otorgó el pase a las semifinales de la Copa del Rey. En Anoeta frente al Rayo Vallecano disputó una hora de encuentro en el empate sin tantos. Y, por fin, este pasado fin de semana acumuló 86 minutos de mucha calidad en Girona, en la que sin duda es su mejor actuación portando el escudo de la Real Sociedad.
Teniendo en cuenta lo amigo que es Imanol Alguacil de las rotaciones y que la Real Sociedad permanece viva aún en la Champions League y en la Copa del Rey, además de por supuesto en LaLiga EA Sports, la sonrisa de André Silva es la mejor noticia para que el conjunto txuri urdin siga soñando con firmar un gran final de temporada.