El futbolista brasileño Reinier Jesús complica cada vez más la situación del Real Madrid tras no cumplir con los objetivos que se esperaban de él. Este año se cumplen tres y medio desde su llegada al equipo blanco, un fichaje que supuso una importante cifra de 30 millones de euros para traerlo procedente del Flamengo con el objetivo de realizar la misma operación que se llevó a cabo con jugadores como Vinicius y Rodrygo, sin embargo, los resultados han sido muy diferentes a los esperados.
En comparación con los dos delanteros mencionados que se han asentado como grandes caras y titulares del Real Madrid, el centrocampista no ha mostrado el nivel necesario para tener un hueco fijo en la plantilla madridista.
El futbolista de 21 años regresa de su paso por Montilivi, una desastrosa experiencia que se suma a la vivida en el Borussia Dortmund, donde pasó prácticamente dos temporadas en blanco y sin protagonismo, algo que ha supuesto una gran frustración tanto para el futbolista como para el club de Florentino Pérez, ya que este confiaba en que esos destinos iban a ser idóneos para que el joven mostrara un mejor rendimiento.
Su vuelta al Real Madrid no es precisamente la que le gustaría el centrocampista teniendo en cuenta de que es consciente de que no tiene cabida en la plantilla de Ancelotti a pesar de contar con un contrato que tiene vigor hasta 2026.
La entidad madridista baraja la opción de vender al jugador y quedarse con el 50% de sus derechos para poder repescarlo en el futuro, tras comprobar que ninguno de los planes de cesión han funcionado.
Debido a las malas condiciones en las que se llegó a encontrar y la desmotivación que eso suponía, el padre de Reinier llegó a mostrarse muy crítico con la situación en la que habían puesto a su hijo a mitad de su segunda campaña en el Dortmund: "Estamos intentando que vuelva a España pero el Borussia no quiere romper la cesión, no se entiende. No pedíamos la titularidad pero sí minutos para crecer".
Tras terminar su ‘sufrimiento’ en el equipo alemán, su etapa en el Girona tampoco fue la más destacable y mucho menos deseada. La apuesta de Míchel no fue la más idónea a pesar de que su proyecto se adaptativa perfectamente al estilo de Reinier y este empezara con buen pie, ya que al poco tiempo el joven sufrió una lesión muscular que le dejó en el dique seco, desgraciadamente cuando se encontraba en su mejor momento.