Aunque en resultados no se está notando en este primer tercio de temporada, si algo están echando de menos esta temporada en Vallecas es la dupla que formaban los García en la banda izquierda. Con Fran y Álvaro, el Rayo era un quebradero para todos los equipos en años anteriores.
Ahora, el utrerano, que ha vuelto a arrancar de manera brillante con el conjunto franjirrojo y está incluso esperando la llamada de la selección, ha hablado sobre la situación de irregularidad que está atravesando su excompañero en el Real Madrid. Lo ha hecho en Jot Down Sport, donde le ha querido mandar un mensaje tanto a los aficionados blancos como al futbolista manchego: “¿Qué voy a sentir? ¡Es el Madrid! Su problema es su personalidad. Es demasiado bueno. Quizás para estar ahí debes sacar más la maldad. Si tienes la pelota, haz tú la jugada, no se la dejes a nadie. Debe tener esa personalidad porque poder puede. En su situación no sé qué haría, eso también es verdad. Pero él lo va a sacar, seguro, porque llega el primero y se va el último en el gimnasio. Tiene que comportarse como si estuviese en el Rayo y triunfará".
En esta entrevista en dicho medio, el extremo sevillano ha analizado cómo fue jugar con el ahora lateral blanco. “No sé si le hice mejor jugador. Para estar en el Real Madrid es evidente que es muy bueno. Y nos compenetramos bien. Muy bien. De hecho, seguimos hablando. Para mí, Fran es ese tipo de persona que se merece todo lo bueno que le pase. No se puede ser más humilde a pesar de ser cantera del Madrid. Y eso le honra”.
Cabe recordar que jugaron juntos durante 111 partidos (8.947 minutos) tanto en Primera como en Segunda. Y eso les hizo fraguar una relación personal fuera de los terrenos de juego: “Tuve la suerte de hacer amistad con él. El 31 de diciembre vino con mis padres y mis tíos a cenar con toda mi familia. Ahora, mi hijo ve a Fran en la televisión y dice rápidamente, “mira, papá, Fran García”, y para todos nosotros es muy importante”.
Por último y sobre el compromiso de Fran García, subraya una anécdota: “Para él es más duro que para nadie estar lesionado. No lo aguanta. Recuerdo el año que llegamos a semifinales de Copa. Tenía los abductores destrozados y no había quien lo parase hasta que le dijeron: «Fran, tienes que parar para intentar llegar a semis». Pero hasta el partido de ida aguantó un mes lesionado y seguía jugando, le daba igual. Aguantaba el dolor. No sé cómo lo hacía”.