Kylian Mbappé vivió, sin duda, la que fue su noche más difícil como jugador del Real Madrid. El ex del PSG afrontaba su primer Clásico con ilusión, con ganas de cuajar un buen papel sobre el terreno de juego. Quería ayudar a los suyos y estrenar su casillero ante el FC Barcelona en el campeonato doméstico español. Sin embargo, las cosas no les salieron ni a él ni al resto de la plantilla de Carlo Ancelotti, que terminó pagando la efectividad de los de Hansi Flick sobre el verde del Santiago Bernabéu. Uno de los grandes protagonistas fue, sin duda, el jugador francés. Lejos de ser la versión que se espera de él, se mostró errático y falló varias oportunidades que pudieron ser decisivas para la entidad de Concha Espina.
En su estreno en duelos directos contra la entidad de la Ciudad Condal, Kylian Mbappé no vivió, ni de lejos, su mejor noche con la camiseta del Real Madrid. La estrategia defensiva del conjunto blaugrana funcionó, y eso le impidió ser ese jugador decisivo y con mordiente que les hizo la vida imposible años atrás. De hecho, solo hay que ver sus estadísticas, especialmente en la parcela del fuera de juego. Solo en este partido, la gran estrella merengue cayó en ‘offside’ en ocho ocasiones, un registro alarmante y de lo más preocupante para alguien llamado a marcar una época en la capital.
Lo cierto es que la tendencia de Mbappé a caer en fuera de juego en El Clásico fue una constante. Antes de que llegaran los dos últimos tantos culés en el Santiago Bernabéu, ya se encontraba en posición ilegal hasta en seis ocasiones, algo que, sin duda, genera una enorme preocupación en el Real Madrid, que cayó en la tela de araña establecida por el técnico germano, sin duda, uno de los grandes vencedores de este encuentro.
Para entender la gravedad de la situación, hay que tener en cuenta que al jugador del Real Madrid, en lo que llevábamos de temporada, solo le habían pitado nueve fueras de juego. De hecho, tal y como apunta As, solo en el choque ante el Espanyol se había colocado en posición ilegal en más de una ocasión. En este caso, en dos. Sin fluidez y, de momento, sin rastro de aquel delantero que maravilló en el PSG, Mbappé tiene trabajo que hacer para volver a recuperar su mejor versión y volver a convencer sobre el terreno de juego.
Si eso no fuera suficiente, en cuanto a las ocasiones que tuvo para meter a su equipo en el partido, Mbappé tampoco estuvo inspirado. En los tres acercamientos claros que tuvo ante Iñaki Peña, el guardameta culé pudo atajar y atrapar sin problemas todos y cada uno de ellos. Con esto, lo cierto es que Kylian Mbappé tiene mucho trabajo por delante. Ha salido retratado y señalado de este Clásico, por lo que necesita dar un paso al frente cuanto antes para mejorar y coger el liderato, el timón de este Real Madrid, que ahora se tambalea.