El Real Madrid lleva años buscando un lateral izquierdo 'estrella'. Tras la marcha de Marcelo, esa posición que tanta noches de gloria ha dado al Santiago Bernabéu quedó huérfana. Ha habido intentos con Sergio Reguilón, que salió por la puerta de atrás; Ferland Mendy, que ha sido el dueño del carril más fiable, pero al que las lesiones le lastran temporada tras temporada, o el último fichaje, Fran García. El canterano volvió de su 'erasmus' en Vallecas con las expectativas muy altas, pero el reto se le queda un poco grande. Sin embargo, en la casa blanca llevan años detrás de un hombre que tiene todo para convertirse en el nuevo referente, el canadiense Alphonso Davies. El velocísimo jugador del Bayern de Munich es un anhelo de Florentino Pérez desde hace años, pero ahora no atraviesa un buen estado de forma. Su entrenador, Thomas Tuchel, lo achaca a que no tiene la cabeza en Munich.
El ex del Chelsea cree que al 19 esta situación le está "afectando más que inspirando". Davies en los últimos partidos dista mucho de la bala que subía y bajaba durante los noventa minutos y está "alejado de su mejor versión". Pese a que la calidad sigue ahí y de vez en cuando tiene partidos en los que está "muy bien", lleva tiempo "falto de confianza". Según el técnico se debe a que es una persona "muy sensible". "Necesita nuestro apoyo porque es muy sensible y autocrítico en este aspecto"", declaró Tuchel este miércoles en rueda de prensa.
Los errores han puesto al lateral en el disparadero. Su club está haciendo una de las temporadas más flojas de los últimos años en la Bundesliga. Ocupa la segunda posición, a siete puntos del sorprendente Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. Davies salió muy mal parado de la última derrota, la pasada semana ante el Werder Bremen por 0-1, ya que fue superado claramente por un rival en la acción del gol verde. También se le criticó duramente en la goleada que sufrieron ante el Eintrach (5-1), cuando fue sustituido al descanso.
Todos estos contratiempos, unidos a que el futbolista nacido en Ghana es "muy sensible", hacen pensar que la opción de vestir de blanco la próxima temporada no sea descabellada. Además, en el seno de los de Ancelotti hay un dilema sobre la posición, ya que mientras algunos están encantados con Mendy y su seguridad defensiva, otros ven su tendencia a las lesiones y las carencias ofensivas como un lastre.