Aitor Torvisco7 min lecturaLa retirada de Raphaël Varane con sólo 31 años de edad ha pillado por sorpresa a todos menos a él mismo. Ahí queda su huella. Especialmente marcada está por sus 10 años de gloria en el Real Madrid (2011-2021), donde formó un tándem inolvidable junto a Sergio Ramos y ganó cuatro trofeos de la Champions League y tres de LaLiga, entre otros muchos títulos; pero su nombre también será célebre por sus éxitos con la selección de Francia, campeón del mundo en Rusia 2018 y Qatar 2022. El RC Lens fue el club que le vio irrumpir en la elite con sólo 17 añitos, el Manchester United (2021-2023) disfrutó de sus últimas gotas de talento y el Como 1907 le ha visto colgar las botas tras sólo disfrutar 23 minutos de su contrastadísima solidez defensiva. A simple vista, la lesión no era para tanto, pero las rodillas del zaguero galo dijeron basta. Su regreso ya era imposible. En el momento justo en el que pidió el cambio -ante la UC Sampdoria en la Copa de Italia- supo que había puesto el punto y final a esa 'Crónica de un adiós anunciado' que ha desgranado en una interesante entrevista concedida a L'Equipe.
En verano, cuando estaba sin equipo y al igual que sucedió recientemente con Sergio Ramos, llegó a sonar para volver al Real Madrid como sustituto de Nacho; pero esos rumores eran imposibles por motivos físicos. "Al inicio de mi última temporada en el Manchester United ya me decía que me hubiera gustado terminar allí mi carrera. No sucedió y el verano estuvo lleno de acontecimientos. Buscaba algo especial y encontré al Como. Después de la pretemporada, mi familia se iba a venir a Italia, pero cuando me lesioné supe de inmediato que todo había terminado. Me hice un esguince de rodilla izquierda, pero que fuera la rodilla izquierda fue una señal muy fuerte para mí, porque es la que viene compensando a la rodilla derecha desde 2013. Si mi rodilla izquierda me dice que ya está harta, tengo que escucharla. En los últimos tres años sólo me he lesionado ahí. La rodilla derecha se había vuelto fuerte, pero menos móvil, y la izquierda lo hacía todo. Esta lesión me estaba enviando nuevamente a una espiral y la balanza entre sacrificio y placer ya no estaba equilibrada".
Antecesor en el Real Madrid a los Vinicius, Rodrygo, Valverde, Güler...
"Llegue al Real Madrid con sólo 18 años. Hice todo un poco más rápido que los demás. Tuve la suerte de llegar a un club que da tiempo a los jóvenes para aprender a un nivel muy alto y madurar físicamente. Lo que han hecho durante años conmigo o luego con Valverde, Vinícius o Rodrygo es excepcional. Todos los grandes clubes deberían copiar al Real Madrid". "Cuando llego allí, cierro la boca y aprendo a hacer lo que sea necesario para rendir. Soy una esponja. Me tomó años demostrar que podía ser un defensor de alto nivel sin ser un defensor anticuado y acosador. Yo tenía otro registro, era rápido. Es un aspecto de mi juego que tardó en ser valorado. Cuando las cosas no iban bien, yo era frágil, y cuando las cosas iban bien, tenía clase".
"José Mourinho inició algo enorme. Ancelotti logró convertirlo en realidad y luego tuvimos a la generación dorada en su apogeo, con 'Zizou' al frente. 'Mou' fue el que me llamó cuando estaba en el Lens y me convenció para que fichara por el Madrid. Aprendí mucho de él, aunque no siempre estuvimos de acuerdo en todo. Entiende muy bien a los jugadores, siempre los ha defendido y siempre ha asumido responsabilidad en los momentos difíciles", explicó sobre sus diez años en el Real Madrid.
"Ganar para tu país es incomparable; pero al principio no fue fácil. Durante mi primera convocatoria contra Georgia, el público pitó un pase hacia atrás. Mi mayor recuerdo sigue siendo la repesca contra Ucrania en noviembre de 2013. Después del partido de ida estaba listo para abandonar el encuentro porque mi rodilla no me dejaba en paz, justo después de mi lesión de menisco. Ese día, claramente arriesgué mi carrera. Luego estuve dos meses sin poder jugar, pero no me arrepiento. Por Francia siempre lo haría de nuevo".
"Me uniré al comité de desarrollo del Como. Todavía tengo algo que aportar al fútbol y eso me permite ver otra cara del mismo. Ser un deportista de alto nivel es mucho más complicado de lo que la gente piensa. Tuve suerte de estar rodeado de buena gente, pero aun así fue muy, muy difícil". "Hoy día hay mucha menos creatividad, menos genios en el campo. Hay más perfiles físicos en todas las posiciones, y hay menos jugadores desequilibrantes. Todo es robótico, hay patrones de juego que dificultan cambiar un bloque de equipo. Hay mucha menos libertad. El fútbol debería seguir siendo un juego de errores, y lo es mucho menos".