Desde este 14 de febrero, día de San Valentín y por tanto de los enamorados, Íñigo Pérez y el Rayo Vallecano han comenzado una nueva historia juntos, la segunda para ambos protagonistas. En la primera, Íñigo Pérez llegó de la mano de Andoni Iraola y fue la mano derecha del que hoy es uno de los entrenadores con más proyección en la Premier League.
Ahora es Íñigo Pérez el que tiene que crear su propia historia como protagonista en el Rayo Vallecano y tendrá ante sí a un equipo que no gana desde el pasado 2 de enero en LaLiga EA Sports y que parece estar sin rumbo y cuesta abajo, dirección puestos de descenso.
Íñigo Pérez fue tajante cuando le hablaron sobre su propuesta de juego y la similitud que puede tener esta con la de Andoni Iraola: "Andoni es Andoni y yo soy Íñigo". El nuevo entrenador del Rayo, a pesar de esta afirmación, reconoce que algo habrá de uno de sus maestros: "Es indudable y todos somos conscientes y parte de mi idea de fútbol parte de la de Andoni y parte de nuestras ideas de fútbol son de entrenadores que hemos compartido. Hemos compartido mucho tiempo tanto en fútbol profesional y cantera, he tenido la suerte de aprender de él. Dicho esto, tampoco hay que engañar a nadie".
Íñigo Pérez sabe perfectamente al vestuario que llega ya que no hace mucho que se marchó de él. El nuevo entrenador del Rayo Vallecano reconoce que habrá que hacer un trabajo muy mental para sacar a los jugadores del círculo negativo en el que se encuentran debido a la racha negativa de resultados: "El entrenador tiene que trabajar en cualquier escenario tanto el aspecto futbolístico y emocional. Con la inercia que lleva el equipo, tendremos que trabajar y en cuanto a lo emocional recordarles de que hace no demasiado estaban ganando partidos y marcando goles. Es cierto que en Vallecas habrá esa ansiedad de conseguirlo, pero vamos a trabajarlo".
Íñigo Pérez no escondió que ahora tiene cierto vértigo al ser él la persona encargada de tomar las decisiones como primer entrenador: "Normalmente, los procesos desde que uno se retira se suelen alargar, a mí me toca aprender las herramientas que se utilizan en cada rol. Todos somos personas, es algo que me gusta analizar cómo funcionan. Es verdad que ahora me va a tocar ahora asumir el hecho de elegir quien juega y quien no. A mí también me aliviaron mis segundos entrenadores y me tocará hacerlo ahora de otra manera".
Íñigo Pérez habló sobre cómo el pasado verano se vio obligado moralmente a rechazar seguir en el Rayo Vallecano ya que sentí que su lugar seguía estando junto a Iraola: "Fue una cuestión puramente individual, yo no me iba a sentir éticamente cómodo. Yo quería continuar con Andoni para mi formación y aprendizaje. Llegué aquí prácticamente un mes después de retirarme de los terrenos de juego y al año y un mes, me llegó la oportunidad de ser primer entrenador. A uno le tienta, pero la parte moral le frena y la profesional de seguir creciendo y formándote. Las circunstancias han cambiado, han pasado ciertos meses y es evidente que no es la misma situación".