El próximo domingo habrá un duelo fundamental entre Real Club Celta de Vigo y Fútbol Club Barcelona en Balaídos. El equipo vigués se juega seguir en Primera División, mientras que los culés, ya campeones de liga, no se juegan nada aparentemente. Recordemos que son hasta seis los equipos que van a luchar por la última plaza que envía a Segunda División. Valladolid y Getafe se enfrentan entre sí, por lo que todos los combatientes de esta durísima batalla dependen de sí mismos. En el caso del Celta, el cuadro que dirige Carlos Carvalhal necesita conseguir el mismo resultado que el equipo pucelano.
En las cuentas de los vigueses seguro que solo entra ganar al Barcelona y no tener que mirar a otros estadios. Además, Balaídos ha sido un campo muy difícil para los azulgranas en los últimos años y los culés no se juegan nada a nivel clasificatorio. Un hecho que es real, pero sí podrían tener en juego otros aspectos importantes para el club.
Los filiales de ambas entidades son los que toman protagonismo en esta historia. El Barcelona B se enfrentará al Real Madrid Castilla (tercero) en la primera eliminatoria por el ascenso a Segunda División. Por su parte, el filial celeste se medirá al Eldense (segundo). Ambos tendrán el partido de ida en casa tras haber acabado cuarto (Barcelona) y quinto (Celta) en sus grupos. En teoría, los dos juegan contra equipos mejor situados que ellos y no son favoritos inicialmente, pero si ganasen sus cruces gallegos y catalanes se enfrentarían entre sí por una plaza en la categoría de plata.
Es justo aquí donde entra el partido del domingo de Primera División. En el caso de que el primer equipo del Celta perdiese ante el Barcelona y descendiese a Segunda División, su filial no podría ascender. Entonces, si fuese el rival del Barça B en una hipotética final, los chicos de Rafa Márquez conseguirían el ansiado ascenso. Por eso, al club que preside Joan Laporta le interesaría que sucediese este hecho. Aunque claro está que ambos filiales podrían caer eliminados antes y que la historia no fuese más allá.
Además, la temporada llega a su fin esta semana en Primera, por lo que cuando acabe la competición aún quedaría el partido de vuelta de la primera eliminatoria. De esta forma, en el caso vigués podría estar muy condicionado para sus jugadores si supiesen que ya no podrían subir. Por tanto, este es solo un motivo por el que le interesaría al Barcelona ganar el domingo, pero no tendría por qué implicar nada y más porque no es fácil que suceda. Primero tendrán que eliminar al Castilla y luego esperar al rival. Quién sabe, lo mismo ascienden a Segunda dejando en el camino a los vigueses y el primer equipo del Celta se queda en Primera. El domingo saldremos de dudas, al menos con una parte de la historia.