Manuel Pedrero4 min lecturaEstampa curiosa nos dejó el partido entre Cádiz CF y Real Betis. El derbi andaluz que abrió la jornada 24 de LaLiga EA Sports dejó el triunfo de los béticos por 0-2 gracias a los goles de Willian José y Pablo Fornals. Una victoria que acerca a los de Manuel Pellegrini a los puestos europeos y deja a los amarillos anclados en la zona de descenso con sólo 17 puntos. La afición cadista no vive una temporada tranquila y este pasado viernes dejó sentir ese enfado de una manera insólita y jamás antes vista en un campo de fútbol.
Las inclemencias meteorológicas que asolan el país dejan fuertes lluvias estos días en Andalucía. Con motivo de este hecho, el Cádiz decidió repartir en la previa del partido ante el Betis 10.000 chubasqueros de color amarillo a los aficionados para resguardarse y protegerse del agua. Sin embargo, los plásticos acabaron siendo utilizados para otro fin.
Con 0-2 en el marcador y el descuento en marcha, Ricardo De Burgos Bengoetxea se vio obligado a detener el partido faltando algo menos de un minuto. ¿La razón? Los chubasqueros que habían sido entregados horas antes del duelo estaban llegando al campo e imposibilitaba el juego. Algunos jugadores se enredaban con estos plásticos y el colegiado decidió finalizar la contienda antes de tiempo.
Una circunstancia que no reflejó en el acta al término del compromiso liguero. Ni en el apartado de público ni en las observaciones. Esto provoca que el Cádiz no sea sancionado económicamente, cosa que hubiera ocurrido si De Burgos hubiera dejado constancia de ello por escrito.
Lo lógico es que el equipo amarillo hubiese sido sancionado con una multa, siguiendo el artículo 15 del Código Disciplinario relativo a la responsabilidad de los clubes y deja claro que entre los factores está "la influencia de los incidentes en el normal desarrollo del juego; la existencia o ausencia de antecedentes; el mayor o menor número de personas intervinientes".
Una sanción que sería de carácter leve según el artículo 117, que trata sobre la alteración de un partido de carácter leve: "Cuando con ocasión de un partido se produzcan hechos de los definidos en el artículo 15 del presente ordenamiento y se califiquen por el órgano disciplinario como leves, el club responsable será sancionado con multa de hasta 602 euros", dice la normativa.
Asimismo y siguiendo el artículo 132 relativo a los deberes propios de la organización de partidos y que aporta: "Los clubes que incumplan los deberes propios de la organización de los partidos, y los que son necesarios para su normal desarrollo, cuando por su trascendencia se repute como infracción leve, serán sancionados con multa de hasta 602 euros".
Un hecho puntual y anecdótico que dejó el derbi entre el Cádiz y el Real Betis.