Girona
R. Madrid
El Girona recibía al Real Madrid en su feudo con el objetivo de olvidar la eliminación copera ante el Logroñés, mientras que los blancos querían hacer lo mismo con la derrota del miércoles ante el Athletic en San Mamés. Los blancos tenían un aliciente más para llevarse los tres puntos de Montilivi, el Barcelona había pinchado en su encuentro ante el Betis y, si ganaban, se volvían a poner como líderes virtuales ya que se quedaban a dos de los culés, pero con un encuentro menos, el Valencia-Real Madrid que se jugará el próximo 2 de enero.
A pesar de tener la oportunidad de recortar a su máximo rival en la pelea por el título, el Real Madrid salió al partido como viene siendo habitual esta temporada. Apático, sin ganas, desordenado, sin saber por donde hacer daño al equipo de Míchel. Y eso lo aprovecharon los locales para comenzar mandando en el partido. Varios desajustes de la defensa blanca hizo que Bryan Gil fuera la figura de los primeros instantes del partido, e incluso estuvo a punto de marcar el 1-0. Asprilla también estaba haciendo sufrir a Mendy por el lado contrario. El colombiano y Miovski fueron los encargados de hacer reaccionar al Real Madrid, ya que con sus claras ocasiones los hombres de Ancelotti empezaron a reaccionar. Por eso y por la bronca que echó Bellingham a sus compañeros sobre el césped por no acompañarle a la presión. Bronca que también se trasladó al banquillo, porque Ancelotti se enfadó con Tchouameni tras una mala acción defensiva del francés.
Tras este cúmulo de acontecimientos, el Real Madrid comenzó a mandar en el partido. Modric se encargó de que así fuese. Pasada la media hora de partido, Brahim casi anota el 0-1, obligó a hacer una gran intervención a Gazzaniga. Pero seis minutos más tarde, precisamente de las botas de Brahim nacía la jugada del primer gol del partido. El malagueño llegaba hasta línea de fondo y cedía atrás, donde apareció Bellingham para, tras pasar ante las piernas de dos defensores, adelantar al Real Madrid.
El paso por el túnel de vestuarios le sirvió al Girona para vivir un deja vu. La segunda parte comenzó igual que la primera. Los de Míchel tenían las ocasiones más claras, pero fue el Real Madrid quien se volvió a llevar el gato al agua con los goles. Primero Arda Güler, que tras una maravillosa asistencia de Bellingham ponía el 0-2. Mbappé después. El francés sellaba una maravillosa jugada con un tiro cruzado, imparable para Gazzaniga.
La mala noticia llegó entre el segundo y el tercero del Real Madrid. Bellingham se iba al suelo y tenía que ser sustituido por problemas físicos. Veremos el alcance de la lesión porque los madridistas tienen el vital partido de Champions ante Atalanta el próximo martes y la final de la Intercontinental el 18 de diciembre. Pero no fue el único, porque Mendy también cayó lesionado en los instantes finales de partido tras una acción con Asprilla.
El Real Madrid consiguió tres puntos vitales tras la derrota del pasado miércoles y se queda a dos puntos del Barcelona con un partido menos. El próximo partido de los blancos será el próximo martes ante el Atalanta, que lleva 13 partidos consecutivos sin perder. El Girona jugará el mismo día ante el Liverpool en Anfield. Rivales de entidad para los dos españoles.