Abraham Campos4 min lecturaEl Barcelona no dio opción a un Valencia que volvió a la senda de la derrota después de cuatro partidos sin hacerlo. Además, lo hizo de la forma más dura posible con una goleada por 7-1. Carlos Corberán ha tenido que salir a pedir perdón a la afición valencianista, al igual que ha hecho Gayá nada más terminar el partido.
El Valencia se ha visto superado desde primer momento y Corberán no sabía como reaccionar. "No hemos competido el partido, pero soy el entrenador y el primero que debe hacer autocrítica. Esta imagen es la que no debemos tener cuando llevamos este escudo en el pecho. Como equipo no hemos estado a la altura de lo que el partido demandaba".
Si había algo positivo que podía sacar el Valencia era la vuelta de Diakhaby casi un año después de su grave lesión de rodilla. Entró al terreno de juego y Corberán solo piensa en que poco a poco vuelva a ser el que era. "No hay otra posibilidad que sacar algo positivo como la vuelta de Diakhaby, es un jugador importante para el grupo y queremos que esté recuperado pronto para que pueda ayudar al equipo".
La primera intención del conjunto ché fue jugar como venían haciéndolo habitualmente, pero tras varios goles encajados Corberán decidió poner cinco defensas para intentar parar la sangría defensiva. "Cuando uno se enfrenta al Barcelona es una duda que planteamos. Con los 4 no eramos capaces de sostenerles, teniamos la sensacion de estar superados. Pasamos a la línea 5 pero vimos que tampoco era la fórmula y que nos seguian superando por todos lados"
El nuevo entrenador valencianista se ha encontrado con uno de los calendarios más difíciles en este mes de enero. Aun así no ha querido usarlo como excusa. "Lo primero es digerir el dolor, no hemos dejado el escudo a la altura que se merece, no hemos representado al Valencia Club de Fútbol. Todo esto requiere de hacer una crítica con los jugadores y despuyes de digerir esto, buscar la mejor respuesta, la reacciójn y trabajar para darle la vuelta a esto. No queda otra que seguir trabajando y sacar conclusiones una vez todo esté analizado".
El capitán ejerció como tal y fue el primero en dar la cara nada más terminar el partido. "Siento rabia y decepción. Por toda la gente que ha venido a vernos y los que nos han visto desde casa. Pedirles perdón, no hemos estado a la altura del partido ni a la altura de la camiseta que representamos. Veníamos en línea ascendente y hoy hemos dado un paso enorme hacia atrás. Esa es la realidad. Ahora hay que levantarse para el próximo partido".
"Nos tiene que doler lo de hoy. No podemos olvidarlo. Esta semana hay que canalizar la rabia de hoy y aprovecharla para el siguiente partido. Esa es la única forma que veo para el próximo partido sacar los tres puntos. Hoy no esperábamos esto".