El Málaga CF encara ya la recta final de la temporada y quién sabe si también de su estancia en Segunda División. Durante todo el curso firmó números para ello. Si bien, a falta de seis jornadas, lo cierto es que según sus últimos partidos no parece tan claro su descenso. Hoy por hoy, la distancia con los puestos que marcan la salvación en la categoría está a tan solo cinco puntos. Así pues, en Málaga no faltará la ilusión, ni tampoco lo harán los efectivos. Este martes, el conjunto blanquiazul comenzó a preparar la visita a Lugo y Sergio Pellicer pudo contar con un ‘nuevo’ futbolista: Moussa Diarra.
A sus 21 años, el zaguero tuvo que ser intervenido en el pasado mes de septiembre por la rotura del quinto metatarsiano del pie derecho. Ahora, en la vuelta a los entrenamientos del Málaga tras la victoria al Cartagena, el canterano del Málaga se sumó a los entrenamientos con el grupo prácticamente siete meses después. Lo hace tras regresar de Mali, su país de origen y lugar hacia donde se marchó, gracias al permiso del club, para acelerar el proceso de su recuperación.
El canterano sufrió una fractura de Jones, que diseccionó una arteria nutritiva del hueso. A priori, la lesión del jugador apuntaba a estar tan solo tres meses de baja. De hecho, fue intervenido quirúrgicamente de forma satisfactoria, aunque la evolución no fue positiva ya que se fue prolongando en el tiempo. Ante la falta de sangre en la pieza ósea, la recuperación comenzó a complicarse. De esta forma, desde los servicios médicos del club deshicieron que la mejor opción era estabilizar la fractura con un tornillo para aumentar las posibilidades de consolidación. Así, tras cinco meses, el hueso no se pegó a pesar del tornillo insertado y tuvo que continuar con ejercicios de fisioterapia. Ahora, desde el Málaga esperan que el regreso del jugador sea definitivo y se dé fin al calvario de la lesión.
A falta de seis jornadas para el final, el jugador ya trabaja bajo las órdenes de Sergio Pellicer. Al futbolista de Bamako le falta ritmo de competición y, sobre todo, tono físico. Si bien, es una buena señal que el jugador esté mimetizado en la rueda de trabajo. De hecho, después de tantos meses de espera la actitud del club con el central será cauta, aunque el jugador tiene opciones de llegar a los últimos partidos. Y el Málaga se la juega.