Estuvo a punto de recalar en el Málaga CF el último día de mercado de la pasada ventana estival de traspasos, pero todo se fue al traste sobre la bocina y apareció el Valladolid, en Primera división, para solucionar el entuerto. Así fue, según el propio Juanjo Narváez, el desenlace de su futuro (ya presente) poco antes de que el mercado cerrara el pasado día 1 de septiembre a las 23:59 horas en LaLiga.
Todo estaba acordado para que el atacante colombiano, que puede partir tanto de extremo como arriba, fuera la guinda que Manolo Gaspar, director deportivo del Málaga CF, buscaba para su ambicioso proyecto blanquiazul para la 22/23. En La Rosaleda habían puesto toda la carne en el asador, pero estaban dispuestos a hacer un último esfuerzo y apurar el margen salarial al máximo para cerrar un último movimiento, una vez que horas antes ya hubieran oficializado, también, el regreso del también exbético Alfred N’Diaye.
La jugada con Juanjo Narváez estaba cerrada: llegaba traspasado a coste cero, teniendo el Málaga CF un pago obligado de 750.000 euros por el futbolista si al final de temporada acababa ascendiendo a Primera división. Pero todo quedó en papel mojado, apareciendo el Valladolid, como el propio Juanjo Narváez explicó durante su presentación como nuevo jugador blanquivioleta: “Llevábamos una negociación con el Málaga bien encaminada y, a última hora, se cayó e iba a continuar en Zaragoza. Fue cuando el Real Valladolid me brindó la oportunidad de jugar en Primera".
Durante su bajo rendimiento el curso pasado, algo que le empujaba a buscar una salida, explicó: "En la temporada pasada tuve la oportunidad de salir a Primera, pero no se cerraron las negociaciones. Luego no jugué demasiado. Estoy preparado, esta temporada he jugado dos partidos como titular. Llego con las pilas cargadas y con ganas de aportar. Vengo con ilusión, humildad y a trabajar mucho”.
El Valladolid ha dejado al Málaga CF sin guinda, y al Betis sin un dinero extra. Cuando el colombiano, nacido en San Juan de Pasto, firmó por el Zaragoza en verano de 2020, las partes llegaron a un acuerdo a tres rescindiendo el cafetero con el conjunto verdiblanco, con el que aún le quedaba un año de contrato como bético. De esta forma, Narváez obtenía la carta de libertad para firmar por el Zaragoza como agente libre, sin compensación económica ninguna de por medio, guardándose el Betis, eso sí, el 20% de una futura venta, amén de otras dos posibles primas por objetivos.
Entre esas primas, una de 400.000 euros de el Zaragoza lograba ascender a Primera división con el atacante en su vestuario y otra de 250.000 euros si Juanjo Narváez disputaba un número de partidos en la elite con la camiseta blanquilla. Ni una ni otra acabaron resultando.
De esta forma, el Betis ve truncadas, también, sus opciones de ingresar una contraprestación por el colombiano, que ha vuelto a salir a coste cero con destino a Pucela. Pese a ello, el Zaragoza se ha reservado el 15% del pase del colombiano, que ha firmado por dos temporadas más una tercera opcional con el Valladolid.
El Zaragoza, además, podría acabar percibiendo hasta medio millón de euros por objetivos el próximo 30 de junio, si el Valladolid logra la permanencia en Primera división y Juanjo Narváez disputa un número considerable de partidos como blanquivioleta.
El Zaragoza pudo vender hace un año a Narváez al Elche por dos millones de euros y otro más en objetivos, una operación que nunca acabó de concretarse por las exigencias del conjunto maño, que, movido por el porcentaje que le correspondía al Betis, solicitó cuatro millones de euros, cifra a la que los ilimitados nunca llegaron.
Al comienzo del presente verano, el deseo del Zaragoza era obtener un traspaso de un millón de euros por el colombiano, aunque una parte de esa cantidad fuera en objetivos, algo que tampoco pudo lograr. Finalmente ha marchado a coste cero, reservándose ciertas cantidades para el futuro.