El Girona no cerró una semana horribilis con la derrota ante el Real Madrid por 0-3. Y es que es la segunda derrota en esta semana, si tenemos en cuenta la eliminación en Copa del Rey frente al Logroñes en los penaltis. Una semana que comenzó el pasado domingo con un empate en La Cerámica ante el Villarreal, que podría parecer un buen punto si no llega a ser porque el conjunto dirigido por Míchel llegaba tras haber caído en Champions, complicándose aun más su continuidad en la máxima competición continental.
Un problema que se podría agravar aun más si el equipo gerundense no consigue puntuar, al menos, en Anfield ante el Liverpool el próximo martes. Además, llegará el antepenúltimo partido de Champions con un problema que viene arrastrando toda la temporada y se reflejó más que nunca ante el Real Madrid.
Los hombres de Míchel suelen dominar el partido, pero no terminar de hacer efectivas esas posiciones y buena imagen que dan a sus seguidores. Ante el Real Madrid fueron diez tiros los que realizaron en Montilivi, pero no lograron ningún gol. Y es que es un problema que viene persistiendo a lo largo de toda la temporada. El técnico es consciente de ello, "sí, nos falta gol", comentaba al finalizar el encuentro lamentándose de no haber podido hacer daño al Real Madrid debido a las ocasiones falladas.
El Girona completó en la jornada 18 de LaLiga EA Sports su partido número 10 sin marcar entre todas las competiciones. 23 son los partidos oficiales que llevan disputado los catalanes y es un problema que se agrava cada partido que pasa. Además, sus delanteros no están teniendo las mejores cifras tras la marcha de Dobvyk, que terminó la temporada pasada con 24 goles. Miovski solo lleva tres goles en 13 partidos jugados. Abel Ruiz solo dos en 13 y Stuani cuatro en 17. El ratio entre los tres delanteros del equipo deja en mal lugar a los dos primeros respecto al charrúa. Es el que ha disputado menos minutos y es el que mejores números tiene con los cuatro tantos que marcó ante Osasuna, Barcelona, Athletic y Leganés, en tan solo 152 minutos.
Unas cifras ciertamente preocupante para Míchel y su cuerpo técnico porque ya han superado en solo 23 partidos disputados los registros de la campaña anterior donde unicamente acabaron sin gol en siete partidos de los 43 partidos.