Decía Quique Cárcel ante los medios de comunicación que sabía que el Girona FC sería “víctima del éxito del año pasado”, cuando el conjunto gironí consiguió clasificarse para la Champions por primera vez en su historia y que, incluso, estuvo luchando por el liderato de LaLiga con Real Madrid y Barcelona durante gran parte de la temporada.
Un éxito en el que tuvo mucho que ver el delantero ucraniano Artem Dovbyk, quien además acabó como Pichichi de Primera división, marchándose este verano a la Roma tras su excelente temporada defendiendo la elástica del Girona FC, con la merma que esto ha supuesto para el equipo dirigido por Míchel. “Cuando se marchó Dovbyk intentamos firmar gol con dos jugadores que podían ocuparse de esto, que era muy complicado por muchas razones. El rendimiento de Abel Ruiz en los primeros partidos ha sido bueno y Miovski llegó en las últimas semanas del mercado y está en fase de entender el juego de Míchel. Sabemos que puede aportar mucho más y ahora está un poco nervioso con la falta de gol”, decía Quique Cárcel al respecto.
Un cambio en la delantera que ha sido fatídico, si se compara con el curso pasado, pero que no está siendo del todo malo si se tienen en cuenta los números de Dovbyk este curso con la Roma. Mientras que Abel Ruiz (dos goles) y Bojan Miovski (cuatro goles y dos asistencias) acumulan seis goles y dos asistencias entre los dos. Prácticamente lo mismo que un Artem Dovbyk que suma seis goles y una asistencia en Italia, donde le está costando aclimatarse a pesar de que en el mes de octubre pareció vivir un renacer con la elástica de la Roma que, finalmente, ha quedado en nada. De hecho, suma tan sólo un tanto en los cinco últimos encuentros de la Serie A que ha disputado; todos ellos como titular.
Por el camino, eso sí, Dovbyk dejó en Girona 30’5 millones de euros con su traspaso más otros 5’5 kilos en variables que dependerán de su rendimiento individual y colectivo del club. A eso, además, habrá que sumarle el 10% de una futura venta hasta un total de 38’5 millones de euros máximo que no superará bajo ningún concepto.
Unos ingresos a favor del Girona en los que los catalanes sumaron, también, 1’5 millones de euros que le correspondían al ucraniano en caso de venta y que éste acabó perdonando por facilitar su adiós con destino a la capital de Italia. Pese a ello, todo ese dinero no acabó en Montilivi, disponiendo el Midtjlland un 30% de una venta por la que acabó embolsándose 9’15 millones de euros de la venta del Dovbyk a la Roma. Un delantero, Artem Dovbyk, que dejó 24 goles y diez asistencias en 39 partidos con el Girona, suponiendo un excelente negocio en lo deportivo y, luego, también en lo económico.