Cuando parecía que Gabri Veiga había caído en el auténtico ostracismo al que somete en ocasiones la liga de Arabia Saudí, el futbolista gallego ha vuelto a demostrar que se encuentra a un gran nivel esta temporada. Anoche, el ex del Celta de Vigo volvió a ponerse sobre el mapa con una actuación ejemplar ante el Al-Hilal, líder de la competición. Aun así, no pudo evitar la derrota del Al-Ahli, siendo sustituido en los minutos de descuento al término del partido.
Desdde los primeros minutos del encuentro Gabri Veiga encontró bastante contacto con la pelota, algo que significó una gran noticia para su equipo. Gracias a una gran combinación con el inglés Ivan Toney, dejó solo al gallego ante Bono, que tras regatearlo consiguió marcar el que fuera su segundo tanto del campeonato hasta la fecha. Aun así, en la segunda mitad el Al-Hilal consiguió darle la vuelta al marcador con los goles de Mitrovic. El centrocampista gallego fue sustituido en el minuto 90’+2, con todo casi decidido.
El Al-Ahli se encuentra en mitad de tabla esta temporada. El equipo saudí ha tenido un inicio de año complicado e incluso se ha llegado a hablar de la posible destitución de su entrenador, el alemán Matthias Jaissle.
Sonada fue la salida de Veiga a Arabia Saudí. El Celta se embolsó 30 millones de euros con su traspaso y el futbolista un suculento contrato hasta 2026. Muchos criticaron abiertamente su decisión y redujeron al tema monetario la razón principal de su adiós al fútbol europeo. Más allá de ese estigma con el que convive, el mediocentro no está mostrando esa imagen sólida y con desparpajo que le catapultó a la fama tras su debut en el primer equipo celeste. Una lesión en el tobillo le mantuvo alejado de los terrenos de juego de febrero a mayo de la temporada pasada perdiéndose un total de 15 encuentros.
"Nunca se sabe lo que puede pasar en el fútbol. Cuando menos lo esperas, aparece una gran oportunidad que, aunque la gente no lo crea, lo es para mi desarrollo futbolístico, para forjarme, madurar, jugar en un clima nuevo, adaptarme a las circunstancias, aprender de grandes jugadores. Este año tendremos partido cada tres días y es un reto para mí. Hay muchas cosas que la gente no ve, pero que tuve presentes. Podía salir mal o bien, pero el objetivo era ser mejor jugador cada día, trabajar y en el futuro se verá qué pasa", explicaba hace unos meses el propio Gabri Veiga sobre su decisión.