Los planes para firmar a Paulo Dybala

Paulo Dybala es uno de los tapados del próximo mercado de fichajes. El futbolista argentino, actualmente en la Roma, ha vuelto ha dejar muy buenas sensaciones esta temporada. A sus 30 años, aún le queda fútbol en sus botas, y ya hay quien hace cola para poder hacerse con sus servicios el próximo verano. Su precio es lo que ha hecho que todos los focos se centren en él y se trace un plan estratégico para abordar su fichaje. De hecho, las cantidades parecen irrisoria al tratarse de la calidad del jugador.

Tal y como señalan varios medios argentinos, desde el pasado 1 de enero la cláusula de rescisión de Paulo Dybala bajó a los 12 millones de euros para clubes que se encuentren fuera de Italia. Parece una locura pero es una auténtica ‘ganga’ según vemos cómo está el mercado de fichajes actual.

Nunca le han faltado pretendientes. El argentino ha estado bien valorado por toda Europa, aunque hay que destacar que si se habla bastante de él es en Madrid. Dybala ha sido del gusto de Diego Pablo Simeone en varias ocasiones. De hecho, se les ha relacionado alguna que otra vez debido a alguna que otra cena que han tenido juntos. El atacante ha expresado además en más de una ocasión que le encantaría trabajar con el Cholo.

Lo cierto es que pese a que el Atleti vaya a hacer una gran revolución en su plantilla este verano y el hueco de Ángel Correa puede que se lo tengan reservado a él, deben andarse con ojo ante el interés de equipos de la Premier League por ejemplo. En su día sonó para el Chelsea y dadas las pequeñas cantidades que se manejan, seguro que no serán las mismas en su salario. Los colchoneros no pasan por una buena situación económica y por ello, pretende deshacerse este verano de algunas vacas sagradas.

Campeón del Mundo con Argentina, con poco protagonismo

Paulo Dybala fue uno de los integrantes de la plantilla de Lionel Scaloni que consiguió hacerse con la Copa del Mundo a principios de año en el Mundial de Qatar. Eso sí, apenas sumó un poco más de un cuarto de hora. Fue frente a Croacia en las semifinales. Aunque su recuerdo pasará a la historia, ya que en la Final ante Francia, su seleccionador lo introdujo en el terreno de juego antes de que acabara la prórroga para que lanzase el segundo de los penaltis de la tanda. Una pena máxima que convirtió con éxito.