Un golazo de un viejo conocido de LaLiga como Tonny Sanabria, ahora en las filas del Torino FC, ha frustrado a lo grande al SSC Nápoles en la noche de este viernes, sólo cuatro días antes del trascendental duelo en Montjüic frente al FC Barcelona, en la vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League tras el 1-1 en la ida. El equipo de Francesco Calzona, que se estrenó precisamente ante los culés, se pusieron por delante recién pasada la hora de juego merced a un tanto de Khvicha Kvaratskhelia; pero Sanabria igualó sólo tres minutos después. El ex de Real Betis y Real Sporting de Gijón (además de canterano del Barça) saltó al terreno de juego justo después del 1-0 y en el primer balón que tocaba se sacó una espectacular chilena que dejó mudo al Estadio Diego Armando Maradona.
El bello tanto del paraguayo frena la escalada en la Serie A del Nápoles, que sigue sin perder con Calzona pero no puede evitar torcer el gesto, ya que en caso de ganar habría adelantado momentáneamente al Atalanta en la sexta plaza y habría vuelto a la zona europea de la clasificación de la Serie A, un hábitat natural del que llevaba alejado todo el curso. Desde el repentino relevo en el banquillo dos días antes de la eliminatoria de Champions, los celestes habían sumado dos empates y dos victorias seguidas que habían devuelto la confianza al grupo.
Gozó de numerosas ocasiones para llevarse los tres puntos, pero las paradas de Vanja Milinkovic Savic negaron el gol local durante muchos minutos. Y, cuando por fin 'Kvaradona' logró batirle, la ventaja apenas duró un suspiro. Ahí apareció Sanabria, para soltar una chilena en el área pequeña ante la que Meret se vio sorprendido.
El Torino había botado un córner desde la banda izquierda y el balón quedó sin dueño tras el cabezazo del exnapolitano Duvan Zapata que dio en la espalda de un defensor antes de que el internacional paraguayo resolviese de esa plástica manera para terminar de cundir la frustración en el bando local. El delantero, de sólo 28 años aún (jugó muy joven en LaLiga) anotó su quinto gol de la temporada. Probablemente, el más bonito, pues es para verlo una y otra vez.
Todo lo contrario que Xavi, Calzona había salido con todo y no había pensado en el Barça. Formó de inicio con Kvaratskhelia, Matteo Politano y Victor Osimhen en ataque. Zambo-Anguissa, Zielinski, Lobotka... La defensa de gala, con la salvedad (si se puede considerar así) de Mário Rui por Matías Olivera... Pese a elló, la falta de acierto y un disparo al palo de Kvaratskhelia, en un tiro lejano a la desperada en el tiempo de alargue, frenó a un Nápoles que se deja dos puntos en casa antes de jugarse la vida en Champions en tierras catalanas con un 1-1 de la ida.
Allí se encontrará a un FC Barcelona que también jugó este viernes y ganó con apuros al RCD Mallorca gracias a un golazo de Lamine Yamal a falta de 20 minutos. Rajkovic, portero visitante, le paró a Gündogan un rigurosísimo penalti de Copete sobre Raphinha, quien se marchó lesionado y aumenta los problemas azulgranas tras las bajas de Pedri, De Jong, Gavi o Alejandro Balde. Xavi había reubicado al brasileño como volante debido a las numerosas ausencias en esa zona y dio la titularidad al canterano Marc Guiu, para dar descanso a Robert Lewandowski. El técnico culé introdujo otros tres cambios respecto al partido anterior: Íñigo Martínez por el sancionado Araujo; Lamine Yamal y Joao Félix entrarán por Pedri y De Jong.