Manuel Rocha5 min lecturaEl fútbol femenino en España cuenta con una nueva polémica que protagoniza la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Se está negociando con Arabia Saudí la posibilidad de llevar allí la Supercopa de España, al igual que se hace desde hace cinco años con la masculina. Esta posibilidad implicaría una mayor rentabilidad económica por las cifras que ofrecen desde el país de Oriente Medio, pero la duda reside en si es moral jugar allí por cómo las mujeres y otros colectivos son tratados. Recientemente, mujeres españolas seguidoras del Real Mallorca y familiares de los futbolistas vivieron momentos deleznables en las gradas y fuera del estadio donde su equipo se enfrentó al Real Madrid. Según las denuncias de algunas de las familiares, recibieron comentarios desagradables, grabaciones con teléfonos móviles e, incluso, tocamientos. Todo ello ha puesto de manifiesto la falta de respeto hacia las mujeres que existe en aquel país, por más que el presidente de la RFEF quiera maquillarlo.
De momento, la Supercopa se está disputando en territorio nacional. En concreto, el estadio de Butarque está siendo el escenario que está acogiendo los partidos. De momento, solo se ha disputado la primera semifinal, en la que el Barcelona ha vencido al Atlético de Madrid por 3-1 con una actuación estelar de Claudia Pina. Lo de jugar en Arabia es de cara al futuro, y existen opiniones de todo tipo dentro del mundo del fútbol femenino. La presidenta de la Liga F, Beatriz Álvarez, ha asegurado que “hay una parte económica y otra social que hay que valorar”. A esto, Álvarez concretaba que, además del asunto de la sede, le ha trasladado a la RFEF que “es una competición que no está suficientemente trabajada”. Entiende que lo importante no es el sitio, sino convertir esta competición en rentable, cuanto más, mejor. Afirma que los clubes le han trasladado que entienden que la rentabilidad es importante y que también hay que tener en cuenta el contexto social".
Las jugadoras, las principales protagonistas de esto, han hecho comentarios de todo tipo al respecto de la posibilidad de jugar en Arabia Saudí en el futuro. Cabe recordar que las futbolistas españoles se plantaron contra la RFEF por un trato que no veían igualitario respecto a los hombres. Iniciaron una ‘rebelión’ feminista dentro del fútbol femenino español, por lo que ahora estarán miradas con lupa por sus posturas sobre Arabia Saudí.
Una de las futbolistas que ha hablado sobre ello ha sido Olga Carmona, jugadora del Real Madrid, y la autora del gol que convirtió a España en campeona del mundo en 2023. “Si deciden trasladarla en este caso a Arabia, pues habrá que seguir la norma y no habrá problema”, decía la sevillana en una entrevista con Radiotelevisión Española. “Creo que todos somos conocedores de la situación del país, de la situación de la mujer allí, y nos pone a las futbolistas en una tesitura complicada”, añadía. En cualquier caso, aseguraba que le gustaría que se siguiera jugando en España, pero que entiende que “la RFEF hace lo mejor para el fútbol femenino”.
Más clara era Patri Guijarro, futbolista del FC Barcelona: "Llevar la Supercopa a un país que no respeta a las mujeres, no lo veo". Otra futbolista del Barça, Cata Coll, recordaba las situaciones vividas por familiares y aficionadas del Real Mallorca en el torneo femenino.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el mayor sindicato de futbolistas del país, ya mostró su postura, y gritaba bien alto su ‘no’ a que la competición se traslade a Arabia Saudí. En un comunicado oficial, afirmaban que hacerlo sería “blanquear claramente un régimen que no respeta los derechos de las mujeres”. Además, añadían que “justificar la disputa de la Supercopa de España femenina en Arabia Saudí por meras cuestiones económicas no nos parece aceptable bajo ningún concepto, por encima de todo deben imperar otros aspectos, empezando por el respeto a la mujer”.