Los acontecimientos se están desarrollando a un ritmo vertiginoso. Mientras las jugadores de la selección española de fútbol femenino negocian su liberación de la convocatoria, la Real Federación Española de Fútbol ha reaccionado con celeridad a todo lo ocurrido en las últimas horas y, según ha señalado Isaac Fouto en El Partidazo de Cope, realizará despidos inmediatos de cargos muy importantes de la propia RFEF.
Esta decisión choca frontalmente con el mes de plazo que habían pedido a las jugadoras en el comunicado previo a la concentración. Según el citado periodista, el plan del organo federativo, con Pedro Rocha a la cabeza, era tener un mes para hacer las cosas según estatuto de los trabajadores; proceso que habría consistido en abrir un expediente a las personas señaladas por las jugadoras y ver si se les podía echar. Sin embargo, y siguiendo con la explicación del ya mencionado, la RFEF ha terminado por escuchar a las jugadoras –no sin presiones– para llevar a cabo lo que se puede definir como un despido masivo, ya que este incluiría la secretaría general, el gabinete de presidencia, a jurídicos y a miembros de la dirección deportiva.
Aunque se hable de un gran número de personas que pueden abandonar la Federación de manera inmediata –entre las que se encuentra el secretario general Andreu Camps y al abogado externo Tomás González Cueto–, no por ello se trata ni mucho menos de nombres al azar, ya que todos serían de gente cercana a Luis Rubiales. En cuanto al proceso por los que estos dejarían su cargo, Foute señala que se trata de personas con contratos blindados, por lo que prescindir de estos tendrá un alto coste económico para el fútbol español.
Como decíamos, a la vez que tiene lugar esta amalgama de situaciones, las jugadores están negociando, a través del sindicato FutPro, su liberación de la convocatoria. El objetivo es que se les confirme por escrito que no habrá ningún tipo de sanción si abandonan la concentración. Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes, es quien ha recibido este mensaje en la reunión que han mantenido en el hotel de Oliva.
Pese a que hasta 39 jugadoras internacionales firmaron un comunicado contra la RFEF, en el cual se comunicaba que no querían se convocadas, finalmente la nueva seleccionadora, Montse Tomé, hacía oídos sordos y llamaba a 20 de las 39 señaladas. A partir de ahí todo ha sido un bochorno aún más. Jugadoras en diferentes lugares de España, jugadores declarando que habían ido contra su voluntad, Jenni Hermoso enviando un comunicado para preguntar de qué la están protegiendo... Cuesta hasta enumerar todo lo ocurrido cuando en pocos días hay que jugar un partido ante Suecia en el que está en juego la Nations League y el billete para los Juegos Olímpicos. Difícil imaginar cómo se podría haber gestionado peor la situación.