La prioridad del Villarreal en el inminente mercado de fichajes es la contratación de un jugador de banda que venga a suplir al lesionado Yeremy Pino, tanteando para ello el regreso de Arnaut Danjuma, cedido en el Everton. Pero al mismo tiempo, también se trabaja en el la incorporación de un central, posición en la que Marcelino García Toral se quedará en enero con los mimbres justos.
Así, todo apunta a que Mandi se marchará con Argelia a la Copa África, mientras que Gabbia romperá su cesión y regresará al Milan, con lo que el técnico asturiano sólo tendrá a Albiol y Cuenca como jugadores específicos para esa demarcación, de ahí que haya puesto sus ojos de David García.
El defensor de Osasuna es el gran deseado por el club castellonense, pero los rojillos no quieren vender con la temporada en marcha, sin descartar que pueda llegarse a un acuerdo de cara a la próxima campaña. Mientras tanto, en La Cerámica manejan alternativas como la de Eric Bailly, un viejo conocido de Marcelino, que lo tuvo a sus órdenes en su anterior etapa en el Villarreal.
Este hecho juega sin duda a favor del regreso del marfileño, que a sus 29 años no atraviesa por un buen momento en el Besiktas, donde ha sido apartado del equipo por su bajo rendimiento, tras llegar libre el pasado verano procedente del Manchester United, que ya lo tuvo cedido en la 22/23 en el Olympique de Marsella.
En lo que va de temporada, el africano sólo ha jugado cinco partidos en la Süper Lig turca y otros tres en la Conference League, para un total de 537 minutos. Pero, a pesar de ello, hay otro club otomano que pretende su fichaje.
Según informa el diario Fanatik, el Trabzonspor lo tiene en su punto de mira para reforzar la defensa, anunciando que su entrenador, Abdullah Avcı, ha dado su visto bueno a la llegada del zaguero, que sólo tiene contrato con el Besiktas hasta final de temporada, prorrogable por dos más. "Estamos intentando hacer algo, pero los traspasos en enero son difíciles. Vamos paso a paso", aseguró al respecto el técnico del Trabzonspor.
En este sentido, se apunta que el club de Estambul está dispuesto a dejarlo salir libre, con la única condición de que el equipo que se lo lleve salde las cantidades pendientes de su salario, que asciende a 2,25 millones de euros por temporada.
Bailly tiene decidido no volver a vestir la camiseta blanquinegra, aunque sea perdonado por el club, y además de la opción de seguir en Turquía, tampoco lo pierde de vista un Villarreal al que llegó procedente del Espanyol y en el que militó una temporada y media, siendo traspasado en 2016 por 38 millones de euros.