La Copa del Rey continúa con su segunda ronda dejando imágenes para el recuerdo a lo largo de los partidos que ya se han disputado y en el miércoles 6 de diciembre ha llegado la primera gran sorpresa de la eliminatoria. Más bien, un sorpresón: nada menos que un equipo de Segunda RFEF se ha 'cargado' a otro de LaLiga EA Sports. El torneo del KO, le llaman, y es por algo.
El Barbastro ha logrado eliminar por 1 gol a 0 al Almería, siendo el primer equipo de Primera división en caer eliminado en esta ronda. Día histórico para el conjunto que partía como local que sella su pase y tendrá la oportunidad de medirse a Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid u Osasuna. Quien caiga en el sorteo, deberá viajar para medirse al equipo que ha dado la campanada de la Copa del Rey, adelantando el regalo de Reyes Magos a un mes.
En la localidad oscense se ha despertado la euforia. Soñaron cuando llegó el primero del partido, en la primera mitad. Venían avisando los locales, quienes estaban protagonizando un partido muy serio, sin complejos. Competían de tú a tú al Almería hasta que llegó el primero del día (y el único), Carbonell anotó el gol que terminó dando la victoria al equipo modesto. El pez chico se comió al grande.
En Barbastro no querían dejar escapar la oportunidad de dar la sopresa del día y estuvieron firmando grandes actuaciones y haciendo méritos para tratar de ampliar la renta. En una de esas ocasiones tuvo como protagonista a Javito: el futbolista robó el esférico y firmó una jugada formidable, aunque se quedó con la miel en los labios cuando se disponía a rematar. A punto estuvo de convertir el segundo del día.
En la segunda mitad, los de Gaizka Garitano parecían haber salido con otra cara. Más intensos, con más garra, más protagonistas... los cambios sentaron bien. Pero no duró demasiado. El conjunto andaluz intentaba la igualada, pero no estaba generando un peligro claro. Estaba espeso y a eso se unía lo bien plantado que estaba el rival en todas las líneas. Además, cabe destacar el buen hacer del guardameta Arnau Fàbrega y su seguridad bajo palos, contagiada a los propios defensores. Providencial para evitar llevarse un susto por parte del futbolista del Almería Arnau Puigmal.
De lado del Almería, los intentos no cesaban. Pero de poco sirvió actuar con mucho corazón pero poca cabeza. El partido volvió a ponerse más de cara a los de Aragón, que gozaron de alguna más para haber ampliado la renta ante un conjunto indálico que sí bien comenzó apretando en los inicios de la segunda mitad, fue decayendo. La intensidad, con un público volcado y entusiasmado, terminó en nerviosismo y se generaron algunos momentos desafortunados, como cuando el futbolista local Israel cometió una entrada fea sobre Ramazani por la que los de Garitano lanzaron su protesta.
Pero los minutos se agotaron y el Almería no pudo hacer nada para frenar a un Barbastro que con coraje, actitud e ilusión terminó 'cargándose' a un Primera división para seguir soñando con la Copa del Rey. El técnico del Almería quiso ser cauto, evitarse susto en forma de lesiones y planeó un partido con un equipo repleto de rotaciones. Pero los que no son tan habituales no respondieron y el rival los superó.