Manuel Rocha3 min lecturaAtlético de Madrid y Fútbol Club Barcelona se miden en la noche de este miércoles en el estadio Metropolitano de Madrid con motivo de la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. En la ida, colchoneros y blaugranas empataron a cuatro tantos, en un encuentro que estuvo marcado por la locura y el desorden.
En este encuentro de vuelta, la polémica arbitral estuvo muy presente en el choque, como ya viene siendo muy habitual en el fútbol español. Apenas corría el minuto cinco de encuentro cuando el VAR tuvo que entrar en acción. César Azpilicueta golpeaba a Raphinha a la altura del gemelo, una acción temeraria, que por fortuna no llegó a golpear de lleno, lo cual le podría haber provocado lesiones al jugador brasileño del Barcelona.
En primera instancia, Munuera Montero, colegiado de campo en esta ocasión, castigó la infracción con tarjeta amarilla. Ante ello, desde el VAR, Martínez Munuera, le llamó para que viera la acción repetida en la pantalla situada a pie de campo, dado que pensaba que la jugada era susceptible de ser sancionada con tarjeta roja directa. Sin embargo, el árbitro que estaba sobre el verde se mantuvo en su postura inicial, y le dejó la amarilla a Azpilicueta.
No es poco castigo, pues desde prácticamente el inicio del encuentro, Azpilicueta estaba con el peso de la cartulina amarilla teniendo que defender a Lamine Yamal y a Raphinha, cuando estos dos se intercambiaban las posiciones. De hecho, se pudo ver a Diego Pablo Simeone haciéndole énfasis a César Azpilicueta en que se cuidara de ver otra tarjeta amarilla.
Diferentes expertos arbitrales han explicado la acción, pero ha pasado como: el reglamento está abierto a la interpretación y hay explicaciones de todo tipo. Comenzando por Xavier Estrada Fernández, excolegiado de Primera División desde 2009 hasta 2021. Para el de Lérida, era “roja muy clara”, según escribía en su perfil de X. A esa afirmación, la acompañaba de “es una vergüenza”.
En contraposición, Alfonso Pérez Burrull, que arbitró en la élite del fútbol español entre 2022 y 2010, señalaba en Radio Marca que la acción era de amarilla: “Creo que está bien sancionada con amarilla. Para la gestión del encuentro es una decisión correcta. Al ver la imagen parada da una sensación de mayor gravedad”. En esta misma línea se pronunciaba Eduardo Iturralde González, cuya carrera arbitrando en Primera División se extendió desde 1995 hasta 2012: “Es amarilla a Azpilicueta. Entre amarilla y naranja. No le coge y le deja los tacos en la pierna, en ese caso estaríamos hablando de otra acción. Le da muy de refilón, no de lleno. Eso sí, si saca roja, no dirías que se ha vuelto loco”.
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