El Sevilla FC de Julen Lopetegui se estrena este martes en Champions, recibiendo en el Sánchez-Pizjuán al Manchester City de Erling Haaland, quien ya suma diez goles y una asistencia en seis partidos como ‘Citizen’ en la Premier League. El gigante noruego ha crecido en los últimos años a pasos agigantados, pidiendo el relevo a estrellas del fútbol mundial como Cristiano Ronaldo o Messi para convertirse en el mejor futbolista del mundo, con permiso de un Mbappé que le sigue el ritmo.
Quien fuera estrella del Borussia de Dortmund lo es ya del Manchester City, donde se ha adaptado a las mil maravillas. Y es que Haaland sólo sabe una cosa: hacer goles. Temor para las defensas y arqueros rivales, este martes lo sufrirá el Sevilla FC, que ya sabe lo que es tenerlo en contra. La última vez que el internacional noruego visitó Nervión, con el Dortmund, hizo volar por los aires todos los planes de Lopetegui y de un Sevilla FC cuya defensa, con Diego Carlos y Koundé, hizo aguas. Ahora, el noruego vuelve a las órdenes de Pep Guardiola, como celeste, y con un Sevilla FC en un momento muy delicado, lo que hace temerse lo peor.
Lo que pocos saben es que el temido Erling Haaland pudo jugar en el Sevilla FC. Así, al menos, lo intentó la dirección deportiva sevillista, que acabó llegando tarde. Hasta agosto de 2019, el internacional noruego era prácticamente un desconocido para el gran público. Mientras que hoy es uno de los delanteros más cotizados del planeta, por aquel entonces su mayor reto era hacer olvidar en Salzburgo al mejor delantero de la liga austriaca: Munas Dabbur, que acababa de firmar por el Sevilla FC a cambio de 15 millones de euros.
Con sólo 19 años y tras tan sólo cuatro meses en el RB Salzburgo, Haaland sumaba 28 tantos, con un promedio de un gol cada 49 minutos. Además, acumulaba siete asistencias en 22 partidos, dando muestras ya de lo que finalmente se ha convertido. Por si fuera poco, no sólo se exhibía en Austria, sino que también lo hacía en Champions, donde se estrenó con un ‘hat-trick’ ante el Genk y en la que celebró ocho dianas en sus primeros cinco encuentros. Corría diciembre de 2019 y para entonces media Europa ya se estaba peleando por él, acabando por convertirse en estrella del Dortmund en febrero y firmando un doblete ante el PSG en los octavos de final de la máxima competición continental de clubes.
El resto de la historia, hasta llegar al City de Guardiola, es conocida por todos, aunque mucho más desconocido es el intentó que el Sevilla FC hizo por firmarlo. Muchos fueron los clubes que siguieron de cerca su explosión, entre ellos un Sevilla FC que no se quedó atrás, aunque ya era tarde: su caché se había disparado. Así lo aseguraba esas mismas Navidades el medio noruego VG, que desvelaba que emisarios blanquirrojos habían recabado informes (muy positivos, lógicamente) que aconsejaban lanzarse a por el delantero noruego, fichado del Molde en el mercado invernal de 2019 por cinco millones de euros.
En ese mismo momento se acababa de confirmar el traspaso a seis meses vista de Munas Dabbur por el Sevilla FC, en un llamativo movimiento de Joaquín Caparrós y los suyos como director de fútbol nervionense. La operación, anterior al regreso de Monchi al Sánchez-Pizjuán, acabó en nada, saliendo en enero de 2020 con destino al Hoffenheim, después, incluso, de que estuviera cerca de hacerlo ese mismo verano en el que llegó, ya sin Caparrós, con Monchi y con Lopetegui en el banquillo.
Una historia curiosa en la que el Sevilla FC se hizo con la estrella, entonces, del Salzburgo, llegando precisamente Haaland para suplir al israelí a partir de la 19/20, conviviendo ambos durante esos seis meses de adaptación del noruego.
Preguntado por el interés nervionense en el ariete nórdico, Dabbur declaró a SPOX: "Apenas jugó en los primeros seis meses, pero todos podíamos ver su calidad en los entrenamientos. Es un futbolista fantástico y un gran tipo. Estoy al cien por cien seguro de que pronto será uno de los mejores jugadores del mundo. Todavía estamos en contacto unos con otros semana tras semana. Conversamos mucho. Él es, simplemente, un gran tipo y le deseo lo mejor”. Un deseo de fortuna que, visto lo visto, no ha necesitado el joven Erling Haaland, quien ha ido derribando muros de manera acelerada hasta llegar a donde está a su corta edad.