Rafa Benítez no encuentra soluciones a la situación deportiva de un Celta de Vigo que está echando de menos a Gabri Veiga, su gran figura de la pasada temporada. El centrocampista se convirtió en una tabla de salvación económica con su millonario traspaso a Araba Saudí. Pero con su salida, el primer equipo celeste se ha quedado sin apenas canteranos, más allá de Iago Aspas, que vive su momento más complicado a nivel personal debido a sus retiradas suplencias.
Además del delantero de Moaña, los representantes de A Madroa en la plantilla celeste son el meta Iván Villar, que ha perdido la titularidad, Kevin Vázquez y Miguel Rodríguez, que va entrando poco a poco tras ganarse en enero una ficha del primer equipo, después de que durante semanas se barajase su salida en forma de cesión.
A ellos se suman, con dorsal del filial, el central Carlos Domínguez, que ha ganado protagonismo en las últimas semanas, y Hugo Sotelo, que no está gozando de muchas oportunidades, aunque frente al Getafe volvió a gozar de minutos después de ocho jornadas sin participar.
Al margen de ellos, el Celta tiene cedidos a otros tres jóvenes talentos de su cantera en Segunda división, pero el futuro de todos ellos está en el aire y la opción más probable es que ninguno tenga hueco en la plantilla de la próxima temporada, ganando peso la posibilidad de que se desvinculen definitivamente del club, según informa Relevo, salvo que se produzca un indeseado descenso a la Categoría de Plata.
Uno de ellos es Sergio Carreira, que afronta en el Elche su tercer préstamo, tras pasar por el Mirandés y el Villarreal B. A sus 23 años, el lateral derecho tiene por delante a Mingueza, Manquillo y Kevin en el conjunto celeste y acaba contrato en 2025, por lo que todo apunta a su salida.
En este se sentido, cabe la posibilidad de que el Elche apueste por quedárselo en propiedad mediante un traspaso que podría rondar el millón de euros, opción que estaría más cerca en caso de ascenso del cuadro ilicitano, donde encadena siete partidos como titular.
El caso del uruguayo Lautaro de León es diferente. Tras una primera parte de la temporada sin muchos minutos en el Cartagena, en enero se marchó también cedido al Mirandés en busca de más oportunidades, pero los dirigentes del Celta ven “imposible” que pueda ganarse un sitio de cara a la 24/25, apostándose por darle la carta de libertad.
El último de este trío de canteranos es José Fontán, que sí podría albergar alguna opción de quedarse como quinto central el próximo curso, aunque también acaba contrato en 2025 y no se vería con malos ojos un traspaso a la baja tras su buena campaña en el Cartagena.