Llegó la amnistía. Por fin, un suspiro de liberación. Carles Pérez escupe toda la frustración acumulada en unos meses muy complicados. Tras salirse en la 22/23 como cedido por la AS Roma, el RC Celta de Vigo hizo un esfuerzo por quedarse con el extremo catalán, que fue el segundo fichaje más caro del club gallego esta temporada (tras los 12 millones de Douvikas). Los celestes pagaron 5,2 millones de euros a los que podrían añadirse otros 1,8 kilos en variables por el 95 por ciento de sus derechos (los italianos conservan el 5% restante). Lo hicieron con el visto bueno de Rafa Benítez, pero el técnico apenas ha contado con el '7'. Sólo le dio dos partidos como titular, tuvo un encontronazo con él y le dejó sin jugar ni un solo minuto en los últimos siete partidos previos a su despido. Por eso, ahora no esconde su alivio por la marcha del madrileño y admite que la llegada de Claudio Giráldez le ha cambiado la vida.
En primer partido tras el relevo en el banquillo, el Celta sumó tres valiosísimos puntos en el Ramón Sánchez-Pizjuán tras vencer al Sevilla FC en un partido en el que remontaron el tanto inicial de En-Nesyri. Jorgen Strand Larsen, de espectacular taconazo, hizo el definitivo 1-2; pero el tanto que dio esperanzas al equipo fue el golazo de Carles Pérez, un zurdazo inapelable tras recortar a Kike Salas con el que soltó esa impotencia generada por el larguísimo castigo al que le condenó Benítez. El que fuera canterano del Barça apuntaba a ser una de la grandes novedades del primer once inicial de Giráldez y, aunque finalmente arrancó como suplente, sumó sus primeros minutos desde el 20 de enero tras salir en el 28' por la lesión de Javier Manquillo.
Carles celebró a lo grande su cambio de rol, con golazo y victoria, echó fuera el veneno inoculado y luego se desahogó tras pasar mucho tiempo mordiéndose la lengua y aguantando en silencio el ostracismo y los palos que le lanzaba públicamente el entrenador saliente. "Después de unos meses difíciles he tenido la oportunidad de volver al césped para ayudar al equipo en una importante victoria fuera de casa. Seguiremos luchando juntos, partido tras partido. ¡Vamos equipo, vamos afición!", exclamaba en su cuenta de Instagram tras el choque en la capital andaluza.
"Marcar siempre te da confianza. Es lo mío. Vine para ayudar al equipo y estar preparado para cuando me toque jugar. Eso es lo que he estado haciendo estos meses sin jugar, trabajar y prepararme para poder tener esta oportunidad", comentó en la misma línea a CeltaMedia. "Hemos hecho un muy buen partido de principio a fin. Es verdad que con el calor ellos han apretado al final y nos ha costado un poco más salir, pero aun así creo que hemos controlado muy bien el partido, jugando a lo que queríamos", añadió el atacante, que volvió a insistir en que el cambio de entrenador será muy positivo y consideró que el parón de LaLiga por los compromisos de las selecciones le vendrá "muy bien" al Celta para "perfeccionar" el renovadísimo estilo de juego que quiere imponer el sustituto de Benítez.
Tras el parón, el RC Celta afrontará otro duelo directo en sus aspiraciones de sellar la permanencia, en Balaídos ante el Rayo Vallecano, dos equipos separados en la tabla por sólo un punto que han tomado aire este fin de semana con sus victorias ante los dos equipos sevillanos. En la misma línea que Carles Pérez, se pronunció el otro goleador en Nervión, un Larsen que no necesitó de muchas palabras para dejar muy claro que no va a echar de menos a Rafa Benítez y que el vestuario celeste está encantado con el cambio y con las nuevas ideas de juego que quiere implementar Giráldez, promocionado desde el filial.