El Celta de Vigo ha cuajado un buen inicio de temporada. El conjunto dirigido por Claudio Giráldez, que viene de conseguir un más que meritorio empate ante el FC Barcelona, a quien anotó dos goles en los últimos minutos, ha conseguido ya más puntos que en toda la primera vuelta de la pasada temporada, cuando el descenso les acechaba de forma constante. Balaídos se ha convertido, con el paso de los meses, en uno de sus puntos fuertes. Sin embargo, hay un aspecto en el que deben seguir trabajando y en el que se ha demostrado que no están en su mejor versión: los partidos fuera de casa.
Con 18 puntos conseguidos hasta el momento, se encuentran a apenas cuatro de la sexta plaza, la cual es ocupada en estos momentos por Osasuna. Sin embargo, la gran mayoría de este botín atesorado por los de Giráldez no ha sido logrado en los viajes lejos de Balaídos. De hecho, apenas han logrado cuatro unidades de las primeras 18 que se han puesto en juego. Este es un detalle que llama, y mucho, la atención acerca de un equipo al que le está costando arrancar fuera de su feudo, que se ha convertido en un auténtico fortín.
De hecho, tal y como recuerda La Voz de Galicia, este es el segundo peor comienzo desde su regreso a Primera. Con solo una victoria, ante la UD Las Palmas, y un empate, ante el Real Betis, el Celta, al margen de estos encuentros, solo ha cosechado derrotas lejos de un Balaídos que se ha convertido en su principal punto fuerte. Ya lo dejaba claro recientemente Hugo Álvarez, quien ha certificado recientemente su renovación hasta el 2028 con la escuadra olívica. “Debemos dar un plus fuera de casa, que no están saliendo las cosas”. Eso sí, ha sido optimista, ya que considera que “los resultados llegarán”.
En esa campaña, y, a estas alturas, habían conseguido tres unidades. De hecho, la primera victoria fuera de casa del Celta se produjo en la jornada 13, cuando lograron vencer al Zaragoza en La Romareda. En la 22/23, contaban con apenas cuatro, los mismos que ahora, aunque con un partido disputado más. Sobre la 23/24, hay que tener en cuenta que sumaron cinco, venciendo en Almería y empatando en San Sebastián y Valencia.
Cierto es que no se encuentran en un buen momento fuera de casa en el torneo doméstico, pero el fútbol no deja de dar oportunidades para cambiar las malas dinámicas. Este fin de semana, el Celta tiene una gran ocasión para quitarse esa espina que tiene clavada desde inicio de curso y que le está costando quitarse de encima. En esta jornada, se van a ver las caras con el RCD Espanyol, lo que supondrá la vuelta a Cornellá de uno de los viejos conocidos de los ‘pericos’, Borja Iglesias, quien tiene como objetivo poder ampliar sus buenos registros ante la escuadra barcelonesa.