Jesús Galiano4 min lecturaEl FC Cartagena atraviesa uno de sus momentos más delicados en la Segunda División, con el equipo colista y una afición cada vez más distante y desilusionada. Durante la presentación de los fichajes de Óscar Clemente y Julián Delmás, el director deportivo, Manuel Sánchez Breis, protagonizó un estallido inesperado al abordar la complicada situación del club.
En medio de una rueda de prensa tensa, Sánchez Breis se mostró visiblemente afectado cuando se le cuestionó sobre la gestión de la plantilla y la desconexión de los seguidores: "Sabemos que la situación no es sencilla. Paco y yo llevamos diez años aquí y siempre hemos demostrado nuestro compromiso con este club. Es frustrante ver cómo pasamos de ser héroes a villanos. Nos duele tanto como a la afición ver el estadio con solo 3.500 personas cuando sabemos que hemos tenido jornadas con 10.000 espectadores que marcaron la diferencia para lograr la permanencia el año pasado", expresó.
El director deportivo también confesó el impacto personal que esta crisis ha tenido en su vida: "Hace mucho que no paso un fin de semana tranquilo. Leo y escucho comentarios y parece que disfruto con esta situación, cuando en realidad esto me duele profundamente. Que se cuestione mi dedicación al club me afecta. Me podéis llamar inútil, decir que no sé fichar, eso forma parte de mi trabajo. Pero muchas de las barbaridades que se han dicho sobre mí y el presidente son injustas", dijo con contundencia.
Sánchez Breis admitió ser el principal responsable de la plantilla: "El primer culpable soy yo. Fui quien construyó este equipo y, si estamos en esta posición, la responsabilidad es mía. Pero no soy el único. Todos somos parte de esta situación, y no podemos ignorarlo". Además, denunció el impacto de las críticas en redes sociales: "He tenido que alejarme de las redes por salud mental. Es increíble leer comentarios de personas que no me conocen y que se permiten calificarme de cualquier cosa. Ni antes éramos perfectos ni ahora somos lo peor".
La derrota ante el Real Oviedo en casa ha dejado al Cartagena en una situación alarmante: último en la tabla con solo 15 puntos y a 12 de la salvación. La tensión entre la afición y el club es evidente, y la falta de resultados ha alimentado rumores sobre una posible venta del equipo a un empresario local.
“Estamos viviendo un momento crítico, pero seguimos luchando por este escudo. Queremos devolver al Cartagena al lugar que merece y recuperar el apoyo de nuestra gente”, concluyó Sánchez Breis, dejando claro que, pese a las adversidades, su compromiso con el club sigue intacto.
El FC Cartagena encara la segunda mitad de la temporada con el reto de cambiar el rumbo y reconectar con su afición, mientras intenta salir de una crisis que amenaza su continuidad en la categoría.