El Cádiz CF de Sergio González se estrenó en la primera jornada de LaLiga con derrota en casa por 0-1 contra la Real Sociedad. Un traspié que hizo enojar aún más a una afición amarilla que solicita refuerzos en este tramo final del mercado ante el aparente inmovilismo instaurado en el Nuevo Mirandilla mientras que los clubes llamados a ser rivales por la permanencia siguen a lo suyo.
Las dificultades del mercado, sin embargo, no se lo están poniendo fácil a Manuel Vizcaíno y su dirección deportiva, encabezada por Jorge Cordero y con Borja Laso como secretario técnico de la misma. Pendientes, aún, los refuerzos de un delantero y un extremo izquierdo siempre que el mercado lo permita en estas dos últimas semanas. Un cierre de la ventana de fichajes que, como ya ocurrió el pasado mes de enero, se espera especialmente movida en las últimas 48 horas en lo que respecta al Cádiz CF.
La hoja de ruta marcada por la dirección deportiva a comienzo del verano estaba configurada en cinco prioridades: un central de jerarquía, un pivote defensivo, un extremo izquierdo y un delantero, amén de lo que ocurriera, también, con los laterales en ambos costados. Pasadas las semanas, el plan se ha llevado a cabo en mayor o menor medida, habiendo vuelto Víctor Chust para el eje de la zaga, ya en propiedad tras haber militado la pasada temporada en préstamo; el extremo Awer Mabil y el lateral derecho Joseba Zaldua, una vez que Akapo no haya renovado. Fede San Emeterio y Rubén Alcaráz, que llegaron en préstamo el pasado enero, seguirán defendiendo la elástica amarilla esta temporada, ya en propiedad.
En el caso de Alcaraz, sin embargo, habrá que esperar un poco más para verlo, después de que el pasado mes de mayo se lesionara para cuatro meses. De ahí, también, la necesidad de apuntalar aún más la zona ancha amarilla, para lo que se espera la llegada inminente de Antonio Blanco, canterano del Real Madrid que se desempeña como pivote.
Más complicaciones, lógicamente, está encontrando el Cádiz CF en este final de mercado para reforzar su ataque, donde apura por un extremo izquierdo y un delantero. Ante la falta de ‘cash’, la estrategia del Cádiz CF es clara: apurar los tiempos. Esperar hasta el final del mercado para que el mercado se acabe abriendo como ya ocurrió el pasado enero y surjan posibilidades que antes se antojaban imposibles. Lucas Pérez, sin ir más lejos, llegó el pasado 31 de enero sobre la bocina en las últimas horas del mercado de enero. Un riesgo, sí, pero que en muchas ocasiones posibilita unas condiciones bastante ventajosas para los intereses del club, obligado a jugar con los tiempos.
Este verano, además, se espera un cierre caótico, con muchos clubes obligados a ‘regalar’ a sus jugadores ante la imposibilidad de inscribirlos o la necesidad de aligerar plantilla para hacer hueco a otros. Un momento de caos del que desea sacar tajada el Cádiz CF, que ya intentó esta fórmula con Idrissi, por el que no podía hacerse cargo de su ficha (1’4 millones de euros) de manera íntegra. Sin embargo, surgió la opción del Feyenoord y el Sevilla FC, finalmente, lo acabó mandando a Holanda.