Aitor TorviscoLa mayoría de los comentarios derivados del encuentro entre Villarreal CF y Real Betis se centran en la desacertada actuación arbitral de Cuadra Fernández, la expulsión del Chimy Ávila que el club verdiblanco ya ha confirmado que va a recurrir y las imagénes del colegiado balear chuleando ante Vitor Roque, sacando amarillas a diestro y siniestro e incluso inventándose un penalti que no era y que evitó un fuera de juego previo. No obstante, como ha remarcado Marc Bartra tras el entrenamiento de este lunes en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, el partido en La Cerámica deja muchas cosas positivas sobre la resistencia defensiva y el esfuerzo de todo un equipo unido para sacar adelante un triunfo que se había puesto muy complicado por injerencias ajenas. Una victoria muy importante con una gran carga anímica. Además de la buena versión colectiva, hubo muchos nombres propios a nivel individual que salen bastante reforzados de este encuentro.
Uno de ellos es el propio Bartra, a un gran nivel de seguridad junto al siempre fiable Diego Llorente, a un notable Perraud y a un salvador Sabaly, que sacó un balón de la línea. Fran Vieites dejó muy buenas paradas, Abde volvió a dar una gran asistencia y Lo Celso metió un golazo en medio de su enésimo recital. No obstante, el 1-2 en el feudo del Villarreal ofrece una merecida mención aparte para Vitor Roque: autor del 0-1 -con un gran cabezazo-, estilete en la progresiva presión de su equipo y derrochador de fe para montarse atropelladas jugadas individuales como la que acabó con una falta provocada sobre la frontal para que Gio hiciese el momentáneo 0-2. Luego, aunque en la repetición se le ve llegar esprintando, no le dio tiempo a acudir a la ayuda en el 1-2 de Baena; pero tras la expulsión del Chimy abandonó el centro para cubrir la banda derecha y se desfondó.
Su buen partido y las enconadas opiniones que hay con el 'Tigrinho' han dado pie a un momento de debate en el programa 17 de 'La Prórroga de ESTADIO Deportivo', espacio de esta casa conducido por José Antonio Rivero y en el que también ha participado el compañero Manuel Pedrero. Hace unos días, con motivo de la previa del Betis-Barcelona, ya tuve la oportunidad de participar en la RAC1 de Cataluña y se palpaban que en la Ciudad Condal siguen albergando bastantes dudas sobre si Vitor Roque puede realmente ser un futbolista de 'nivel Barça'. Mi conclusión entonces fue la misma que la de este lunes: "El único problema que tiene Vitor Roque es que sólo tiene 19 años".
Y es que se tiende a olvidar o a pasar por alto ese significativo detalle de su temprana edad; lo que, a su vez, habla muyen favor del trabajazo que el delantero brasileño realiza en cada encuentro más allá de los seis goles que lleva, que es una cifra que ni está mal ni es para tirar cohetes, y de aún contadas aportaciones decisivas. De hecho, a buen seguro la de este pasado domingo fue la cita en la que más determinante ha sido en el marcador final. Todos los fallos que se puedan ennumerar de él van directamente ligados a sus 19 años. Esa ansiedad, esa precipitación, ese exceso de revoluciones que le lleva a aturullarse con el balón son achacables a su extrema juventud y del todo curables a medida que vaya cumpliendo años.
Es evidente que quizás se le pide ya esa finura y esa efectividad de las grandes estrellas; pero sin poder augurarse aún a qué escalón del panorama mundial llegará, no hay duda de que está en el mejor camino posible para llegar los más alto que sus condiciones le permitan. De hecho, tiene de sobra de esa cualidad exigible a todo chaval que empieza: que no escatime en ganar, motivación, hambre competitiva y sudor. Y en eso hay pocos como Trigrinho, quien no necesita que le surtan, se fabrica él mismo casi todas sus ocasiones. Claro, si encima las metiese todas... Y si todos los jugadores tuvieran su nivel de implicación... Es que el Betis sería imparable. O, sencillamente, Vitor Roque no jugaría ahora mismo en el Betis y habría jubilado ya a Lewandowski. Tiempo al tiempo. 19 años. Quién los pillase, también les digo; pero bueno, ése ya es otro tema.