Aitor Torvisco6 min lecturaSólo tiene 19 años y no lleva ni 11 meses completos en el fútbol europeo, pero Vitor Roque ya conoce muy bien los ingretos efectos de sufrir un exceso de presión. A Barcelona estaba proyectado que llegase este pasado verano de 2024, pero el club catalán decidió adelantar su fichaje a enero de este mismo año y a partir de ahí todo fue ansiedad y precipitación pese a marcar en sus primeros partidos con los azulgrana. Todo lo contrario han sido sus primeras sensaciones en el Real Betis, donde siente que ha caído de pie. En Heliópolis se siente "en casa" y con ganas de hablar en el campo; pero en 'Can Barça' le costó mucho adaptarse y parte de ese peso aún lo sigue llevando a su espalda. Su principales puntos de apoyo en los momentos malos son Dios y su familia. Para inspirarse en el campo, su ídolo puede sorprender, especialmente en tierras catalanas.
"Yo estaba en Brasil sin saber si iba a venir a España o no. Estaba de vacaciones y me enteré sólo una semana antes de que iba al Barça en enero. Luego tuve pocas oportunidades allí y pasé momentos muy malos, la verdad, pero lo viví todo como un aprendizaje. Aprendí muchas cosas y ahora estoy muy contento aquí en el Betis", ha señalado el joven delantero en una entrevista al programa 'Todo al Verde', de Betis TV, al ser preguntado por su millonario traspaso.
Como verdiblanco, se estrenó en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, jugando media hora, y en su debut en el Benito Villamarín salió otros 28' y marcó su primer tanto, ante el CD Leganés. Lo celebró con mucha rabia y euforia, estirando su camiseta y besando el escudo de las trece barras. "Fue impresionante, ni en mis mejores sueños imaginaba marcar en mi primer partido en casa y estaba muy feliz. Me quité un peso de encima, después de pasar momentos que sólo Dios y mi familia saben. Me han ayudado a ser más fuerte y ahora me siento perfecto en Sevilla".
"Intentó estar presionando siempre y contagiar a mis compañeros, pero lo más bonito es meter un gol en este estadio. Tenía muchas ganas de marcar otro, porque sólo llevaba uno aquí -ante el Leganés, los otros había sido fuera contra Osasuna y Gévora (2)- y gracias a Dios se dio (ante el RCCelta) con un muy buen pase de Johnny", ha explicado el 'Tigrinho', quien también ha desvelado el origen de ese apodo familiar: "Mi padre era el 'Tigrao'. A él se lo decían porque había una canción que se llamaba así y él la escuchaba mucho. Luego, como era su hijo, a mí me pusieron 'Tigrinho'".
Vitor Roque ha sorprendido al responder a la pregunta de quién es su ídolo futbolístico, pues se trata de un futbolista que no es especialmente querido por la afición del Barça. "Mi ídolo siempre ha sido Cristiano Ronaldo. También me gusta mucho Neymar, por su magia brasileña, pero siempre me he fijado mucho en Cristiano", ha detallado entre otras curiosidades de su vida, como le encanta jugar al Lego: ya ha construido varios coches y un helicoptero, ahora está montando un avión. También le encantan los animales y tiene dos perritos, muy bético uno de ellos. "A él no le gusta que le ponga ropa, nunca le gusta; pero cuando le puse la del Betis salió andando como si nada", ha reconocido orgulloso mientras veía la imagen que él mismo compartió en redes sociales.
Durante la entrevista, Vitor Roque también vio una fotografía suya jugando "en el América Mineiro, siendo muy niño, sólo 10 años". Ahí tuvo como uno de sus primeros dorsales el '8', que curiosamente viste ahora en el Betis tras heredarlo de un Nabil Fekir que cerró su salida poco antes de completarse la cesión del delantero por parte del Barça. "Siempre me gustó mucho el '10', pero yo empecé a jugar de pivote o mediocentro, entonces empecé a jugar con el '5' y luego ya con el '8'. Ahora aquí otra vez lo llevo".
