Pepe Mel regresó en 2010 al Real Betis, donde había destacado como jugador (entre 1989 y 1993), para sacarlo como entrenador de Segunda división. "Cuando llegué, era un solar", ha dicho varias veces el madrileño, la última este mismo miércoles, unos días antes de reencontrarse el domingo con el equipo de su vida. Lo devolvió a Primera y luego a Europa, aunque tuvieron que recurrir de nuevo a sus servicios en la 14/15 para el último rescate desde la División de Plata. Para ambos, el ahora técnico de la UD Almería contó con Rubén Castro, a quien encauzó en el Rayo Vallecano para convertirlo luego en el máximo goleador (147, más alguno 'escamoteado' por las actas arbitrales) de la historia heliopolitana. Por fortuna, desde que ambos no están, el crecimiento verdiblanco es un hecho, como quedó escenificado en Los Bermejales con la visita del canario y su foto (orgásmica para muchos que sienten las trece barras) con Nabil Fekir, el siguiente jugador-franquicia en La Palmera.
'Rubo', que se resiste a retirarse aunque no tiene equipo desde que dejó el Málaga CF en julio de 2023, no perdió la humildad que siempre le ha caracterizado. Llevaba una camiseta para que se la firmara el astro francés, que lo reconoció como "uno de los mejores jugadores de la historia del Betis". Mientras tanto, el grancanario saludó a otro mito viviente como Rafael Gordillo y departió con Alexis Trujillo, 'team manager' del equipo, quien presumía con el galo también de sus goles: "Éste, contra el Kaiserlautern alemán en la UEFA... pum, a la caja". De paso, emplazaba a su paisano a una futura ocasión. "¿Para qué, para hablar?", preguntaba preocupado el futbolista más tímido fuera del campo y con más descaro dentro entre los cientos que han vestido esa camiseta. "Para diez minutos y empujarla estoy", bromeaba 'RC24', cuyo hijo mayor ya destaca en los escalafones inferiores de Los Bermejales y Entrenúcleos.
Salvado en infinidad de ocasiones por Castro, Jorge Molina, Achille Emana y compañía, la llegada de Ángel Haro y José Miguel López Catalán a la dirigencia no sólo acabó con la irregularidad y la incertidumbre, afianzando al Real Betis en la zona alta de la clasificación, sino que generó un hábitat natural en las competiciones europeas, por la que luchan los de Manuel Pellegrini por cuarta temporada consecutiva, tras tres participaciones en la UEL y un título de la Copa del Rey. El solar, desde luego, luce ya mucho más edificado, aunque uno de sus monumentos más importantes, el que representa Nabil Fekir, podría ser trasladado el próximo verano para dar paso a otros emblemas que ya relucen (Isco Alarcón, Pablo Fornals, Ayoze Pérez...).