Si hay un delantero que ha marcado a la afición bética en la última década, ese es Rubén Castro. En un Real Betis menos brillante y lustroso que el actual, el ariete canario enamoró a la parroquia verdiblanca a base de goles que valieron dos ascensos y una clasificación a Europa. Sí, fueron a veces tiempos de sufrimiento, pero también de disfrute con un jugador que sostuvo al equipo durante muchos años.
Por ello, verle de vuelta por la que él y todos los béticos sienten como su casa, el estadio Benito Villamarín, es algo tan especial como esperado. Y anoche sucedió. Con el Atlético de Madrid como espectador de lujo, Rubén estuvo presente junto a su familia para vivir el debut como local del equipo de las trece barras en la temporada 2023-24. Desde la grada de Preferencia, e incluso llegando a pisar el césped en el que tantas alegrías dio, fue un espectador de lujo que estuvo acompañado por sus dos hijos, Rubén Jr y Kilian, quienes estuvieron junto a él vistiendo dos de las tres equipaciones oficiales del Betis para la presente campaña.
Fue un punto positivo más en una noche en la que se vio una gran actuación de los de La Palmera. Si bien no fueron capaces de pasar del empate a cero ante el Atleti, tal resultado no impidió que el futbolista disfrutase del partido junto a sus retoños, recordando así las grandes tardes y noches que ha vivido sobre el verde del Villamarín, lugar en el que explotó definitivamente como delantero hasta convertirse en un auténtico genio del balompié. Quizás por ello, el Betis ha querido inmortalizarle ante otro al que aún le queda mucho recorrido en el club, Isco Alarcón.
Lo cierto es que hablar de Rubén Castro, es hacerlo de una auténtica leyenda. En estos momentos es el máximo goleador de la historia del Real Betis, con 148 goles en 290 partidos entre Primera y Segunda división. Ciñéndonos a la máxima categoría del fútbol nacional, se quedó a solo un gol de 'Poli' Rincón, ya que este tiene 78 por los 77 que alcanzó finalmente Rubén.
No son pocos los aficionados que claman actualmente por dar una oportunidad a Rubén Castro en el Betis. A sus 42 años viene de hacer 10 tantos en 41 choques con el Málaga CF y actualmente se encuentra sin equipo. Lo cierto es que verle junto a los Fekir, Carvalho y compañía no deja de ser una utopía, ya que pertenecen a épocas diferentes del club, pero lo que parece claro es que al canario aún le queda gasolina en el tanque, y es que según pudo saber ESTADIO Deportivo hace algunas fechas, por su cabeza no pasa la retirada.
Si bien Rubén está sin equipo en estos momentos, tal escenario no se debe a la falta de ofertas, sino al deseo de querer acertar de lleno con el destino elegido. Así, el delantero continuará un año más con las botas puestas y amenazando a los arqueros rivales. Según las últimas informaciones, cuenta con varias ofertas de Segunda división, pero no descarta terminar jugando en Primera RFEF si las propuestas de la categoría de plata no le atraen lo suficiente.