La reacción en cadena que podría perjudicar al Betis y ayudar al Sevilla en enero

El Mundial de Qatar, como esperaban muchos, ha servido para mover un poco la coctelera del mercado. A las puertas de la ventana invernal de transferencias, clubes en apuros o, simplemente, con la chequera llena se disponen a hacer movimientos multimillonarios, generalmente reservados para el verano. Y varios de ellos tienen a la campeona, Argentina, como objetivo. El más importante, incluso más que el referente al futuro de Messi, se refiere a Enzo Fernández, mejor jugador joven del torneo y estrella en ciernes por la que peleó en su momento el Sevilla FC, aunque se dio cuenta enseguida de que otros más pudientes se lo llevarían. Se adelantó a los nervionenses, el Real Madrid y media Premier League el Benfica, que va a multiplicar por diez su inversión de 12 millones de euros apenas seis meses después.

El Liverpool se ha encaprichado del mediocentro, consagrado a orillas del Golfo Pérsico, aunque las 'Águilas' piensan hacer su agosto en Navidad y ya han rechazado 100 kilos por el de San Martín, señalando como precio de salida los 120 de la cláusula. Dependiendo la fuente, los 'reds' estarían detrás o no de esta puja fallida, si bien la subasta iniciada no puede terminar sino con la 'perla' suramericana en tierras inglesas este mismo mes de enero. Y la reacción en cadena podría afectar de modo opuesto a los dos clubes hispalenses, pues uno podría perder a uno de sus puntales y otro, 'colocar' a un jugador con el que no cuenta. Todo 'gracias' a Enzo, siempre y cuando se concrete su emigración hacia la que (dicen) es la mejor Liga del mundo.

De un lado, entre los centrocampistas de corte defensivo que tiene en mente el Benfica si traspasa a Fernández está un compañero de selección, Guido Rodríguez. Con una plusvalía total de 78 millones, lo cierto es que la entidad encarnada podrá ir a por el que desee. Casi les daría para llevarse a golpe de cláusula también al de Sáenz Peña, pero no lo hará falta. Con contrato hasta el 30 de junio de 2024, que el Real Betis tiene en mente renegociar y ampliar en las próximas semanas, su salida se produciría en el abanico que va entre los 25 y los 30. Sería una pérdida importante para los de Pellegrini, aunque también una manera de cuadrar sus cuentas, sin contar con el hecho de que habría que contratar un sustituto y de que sólo se ingresaría el 70%, pues el otro 30% está en poder del América mexicano, al no comprar los verdiblancos el 20% a su disposición tras disputar el italo-argentino más de 100 partidos aquí.

El gran beneficiado de todos estos movimientos sería River Plate, que, derechos de formación aparte (un 4,5% en el caso de Guido, algo menos en el de su amigo, que se marchó con 21), conserva el 25% de los derechos de Enzo Fernández, por lo que, de ser vendido en 120 millones, ingresaría automáticamente 30. Una barbaridad que le permitiría sanear cualquier desfase y reforzarse a lo grande. Y uno de los jugadores que pretende, pero cuyo salario no podía afrontar, es el Papu Gómez. Solamente la lesión de tobillo del mediapunta nervionense, más grave de lo esperado al final, perjudicaría la operación, pues el ex de Atalanta tiene vedada la Serie A por la penalización de siete millones que incluyeron los de Bérgamo en la venta al Sevilla, que está deseando quitarse de encima a Alejandro, que no derrochó actitud en los duelos previos a Qatar. Con la MLS y otros torneos menores (Arabia Saudí) pendientes, todos quedarían contentos.