A excepción de Ayoze Pérez, con un rol protagonista en el Villarreal, a ninguno de los grandes referentes del Betis que se marcharon el pasado verano les han sonreído la fortuna en sus nuevos equipos por una u otra circunstancia, casos de los argentinos Guido Rodríguez y Germán Pezella.
El primero, como informó ayer ESTADIO Deportivo, atraviesa por un momento delicado y echa de menos su etapa en el Betis, pues el West Ham pelea ahora mismo por la permanencia mientras que en Heliópolis luchan por Europa y, además, su presencia sobre el terreno de juego ha decrecido en los últimos partidos.
Tampoco le han salido las cosas como esperaba a Pezzella, que puso fin a su etapa en el club verdiblanco tras un largo culebrón que se extendió a lo largo del verano por los vaivenes de las negociaciones con River. Finalmente, los 'Millonarios' alcanzaron un acuerdo con el Betis por la cifra equivalente a la de su cláusula de rescisión y el de Bahía Blanca cumplió su deseo de regresar al Monumental, clave para que finalmente se cerrase la operación. A diferencia de Guido y de Ayoze, Pezzella no salió exactamente por la puerta de atrás, pues en todo momento fue respetuoso por la entidad heliopolitana, pero obviamente sí que quedó un resquemor porque prefirió River a seguir en el Benito Villamarín, dejando un vacío en el eje de la zaga.
Su comienzo como franjirrojo resultó positivo, pues de inmediato entró en los planes de Marcelo Gallardo, también determinante para que las conversaciones dieran un vuelco. De hecho, se convirtió en un intocable tanto en la Copa Libertadores como en el campeonato liguero junto a Paulo Díaz en la zaga, si bien, con el paso de los partidos, su rendimiento comenzó a generar dudas y todo estalló a mediados de octubre. Ya tras el partido contra Platense empezaron a criticarle con comentarios en los medios como este: "Pezzella es un buen central, no creo que de los mejores del mundo. Si te vuelves de Europa es por algo: O no puedes rendir de la misma forma o no puedes rendir en un club europeo".
Empeoró la situación tras la derrota por 3-0 contra Atlético Mineiro, en la que se le señaló como uno de los principales culpables de la goleada y del mal momento de River. Ese fue penúltimo partido que jugó, pues no fue convocado contra Defensa y Justicia y en la vuelta y eliminación en la Libertadores contra los brasileños cayó lesionado y no se ha vuelto a vestir la camiseta 'millonaria'.
El exbético sufre una lesión en el gemelo derecho desde el pasado 29 de octubre y ya se ha perdido tres partidos del campeonato argentino, en los que, curiosamente, River se ha impuesto en los tres ante Banfield, Instituto ACC y Barracas, por lo que no se le ha echado de menos. Su lugar lo ha ocupado González Pírez y quizás le cueste recuperar su sitio cuando vuelva a los terrenos de juego. Además, esta lesión, que le ha llegado cuando estaba en el centro de las críticas, le ha impedido ser convocado por Scaloni para los dos compromisos de Argentina en este parón internacional.