Pezzella se muerde la lengua

Aunque la decisión oficial iba a llegar esta semana, justo tras la resaca de una Copa América que felizmente se apuntaron por segunda vez consecutiva los componentes de la selección de Argentina, el desenlace del 'culebrón Pezzella' se conocía ya, al menos oficiosamente, antes de que hace un mes arrancara la magna cita continental en Estados Unidos. El retorno a River Plate, club donde se formó el de Bahía Blanca y del que partió hacia Europa hace nueve años, tendrá que esperar, al menos, hasta que se cumpla una década, aunque, a día de hoy, el 'feeling' entre el zaguero de 33 y la institución de su vida está debilitado. Se morderá la lengua por recomendación de su familia y sus asesores, porque nadie conoce lo que deparará el futuro, si bien Germán entiende que ha puesto todo de su parte para un reencuentro este verano y, desde el 'Millonario', no había la misma predisposición.

No en vano, la reciente renovación del ex de la Fiorentina hasta el 30 de junio de 2026 incluyó una drástica reducción de su cláusula de rescisión, que bajaba de 40 millones a solamente cinco, como desveló ESTADIO Deportivo en exclusiva (cuando en su país hablaban de cuatro), una cifra teóricamente al alcance del conjunto franjirrojo, que ha cerrado su mercado con cinco incorporaciones, en las que ha gastado alrededor de ocho kilos, y guardado un pellizco por si aparece un mediocentro polivalente. Con el meta Conan Ledesma (2,6 más bonus), el delantero Adam Bareiro (4,15) y el lateral zurdo Franco Carboni (cedido por 500.000) ha cerrado el grifo, potenciando el eje de su retaguardia con dos centrales a préstamo: el sevillista Federico Gattoni y el nuevo pupilo del 'City Group', que pagó 10 millones a San Lorenzo y utilizó el Palermo como intermediario para mandarlo dos temporadas a River Plate, que podrá ir comprando la mitad de su pase.

Aunque las filtraciones desde Núñez a los medios locales hablaban de un salario inasumible y otras trabas, lo cierto es que su ex equipo pidió a Pezzella que gestionara él mismo su rescisión, pues no pensaban pagar los cinco kilos de su libertad unilateral. Luego, le propusieron que él consiguiera una rebaja del Real Betis y que adelantara el dinero, que le irían devolviendo a lo largo de su contrato. En cuanto al sueldo, ni siquiera habría sido el más alto del plantel bonaerense (Lanzini cobra más y algún otro, por el estilo), aunque el defensor de Bahía Blanca dejó claro que no iba a ser un problema ajustarse a las posibilidades de River, que ha optado por dos oportunidades de mercado atrás y pospone la repatriación de su canterano, que no volvió a Argentina tras la Copa América y disfruta ya de sus vacaciones. Su reingreso en la pretemporada verdiblanca, salvo sorpresa, será después de gira estadounidense, ya para el 'stage' en Marbella. No tiene ganas de hablar del tema y, además, le cuidarán para que se aísle.