Fue, sin duda, la acción más polémica de El Gran Derbi por su carácter decisivo, ya que dio origen al penalti que supuso el único gol del partido. Desde ese momento, muchos comentaristas arbitrales se han pronunciado al respecto, muchos dando por buena la decisión de Martínez Munuera (algunos con unos debes innegables y un pasado incuestionable que permite inferir que jamás van a censurar al colectivo liderado por Medina Cantalejo) y otros criticándola (también los hay aquí que tienen cuentas pendientes y que, desde su independencia, denotan cierto resquemor contra el CTA). El problema llega cuando el máximo organismo de los árbitros españoles a elevado al temido departamento de Integridad de la RFEF una denuncia por las declaraciones en la zona mixta del Ramón Sánchez-Pizjuán del defensa verdiblanco Diego Llorente, que dice literalmente que el colegiado de Benidorm les había "mentido a la cara".
Se enfrenta el central madrileño a cuatro partidos de sanción, los mismos que ya le cayeron en su día a Sergio Canales y que no cumplió del todo al recurrir a la justicia ordinaria, un camino que podrían repetir en La Palmera visto el éxito si se vuelve a coartar la libertad de expresión de los futbolistas. Por eso, el Real Betis ha solicitado los audios del VAR para preparar la defensa. Lo que está claro es que decir que alguien miente no es injuriar ni calumniar. Y, desde luego, el gesto que hace Martínez Munuera con los brazos abiertos y levantados no coincide con la acción referida, pues en ningún momento las articulaciones de Diego Llorente llegan a formar siquiera el ángulo recto con su cuerpo. Así opinan varios ex colegiados, entre otros uno que, si bien puede tener fobias con su antiguo jefe, no es sospechoso, precisamente, de estar de acuerdo con el Betis. De hecho, fue el que echó al cántabro y motivó ese castigo.
"Fijaos en todos los jugadores que están alrededor; nadie tiene los brazos pegados, porque eso no es natural. El capitán, Bellerín, lo ha dicho. El reglamento dictamina que 'si el movimiento del brazo o su posición es acorde a la acción que estás ejecutando, es natural. Eso es lo que se debería hacer en las clases de los viernes a los árbitros, hablar más de fútbol. Hay que ser más humildes y dejarse ayudar por el VAR. Juan (Martínez Munuera) está demostrando que lo que él dice que ha visto no es la realidad. Como dijo Pellegrini, vayamos al VAR, tomemos el tiempo necesario para verlo, que hay cámaras de sobra y, a partir de ahí, decides si, para ti, es natural o no, punible o no punible. Pero esto (el gesto que le hace a los futbolistas) evidencia que Juan no había visto la acción como está describiendo a los interesados. Cada vez es más evidente que no hay sinergias entre el VAR y el terreno de juego", dice Mateu Lahoz en 'El Día Después' de Movistar Plus.