Pese a la fe ciega que le tiene Manuel Pellegrini, definitivamente Nabil Fekir no es el mismo tras su grave lesión de rodilla. Si pese a la primera en 2015 (la derecha entonces) recuperó su gran nivel, la de 2023 en la izquierda le ha 'matado'. El campeón del Mundo está muy lejos de su mejor nivel y, además, parece no complementarse bien con Isco Alarcón, Pablo Fornals y Ayoze Pérez, al menos cuando les ha tocado compartir parcela ancha a todos se inicio. Es lo que faltaba para que el Real Betis se convenza todavía más de ejecutar el plan previsto ya el verano pasado y frustrado por su accidente de febrero en Elche. En este 2024, hay consenso entre las dos partes de la conveniencia de buscar caminos diferentes, pese a que existe un vínculo hasta 2026. El problema es que, a este paso, el mediapunta se seguirá devaluando, por lo que será difícil mantener las exigencias actuales.
Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, el '8' no se moverá de Sevilla, donde se encuentra a gusto y asentado con su familia, a menos que le doblen el sueldo (cobra aquí 3,5 millones de euros limpios), lo que elimina de la ecuación Turquía (lo pretendieron, pero ni mucho menos con esas cifras ni pagando compensación a los heliopolitanos, Besiktas y Galatasaray, con el Fenerbahçe pendiente meses atrás) y Brasil (el Flamengo preguntó por él sobre la bocina invernal). Además, por menos de 15 kilos no interesa soltarlo a los verdiblancos, lo que también elimina muchas alternativas, empezando por las otomanas y de la Série A. Dando por hecho que, ahora mismo, no tiene cabida en ninguna de las cinco grandes Ligas del Viejo Continente, las únicas opciones viables para acoger a ex del Lyon están en torneos exóticos. Pero es que, incluso allí, se trataría de sota, caballo o rey.
Fekir gusta desde hace bastante tiempo en Qatar, donde desean relanzar como Arabia Saudí su Primera división tras acoger el Mundial a finales de 2022. Tras el paso por el Al-Sadd de Guardiola y Xavi, apenas se ha apostado allí por grandes estrellas. En la Stars League sí podrían, llegado el caso, satisfacer las exigencias monetarias del atacante, aunque hay cierta contención del gasto. El único club que ha tirado de chequera esta temporada es el Al-Arabi, que pagó 60 millones (45 y 15, respectivamente) al PSG por Verratti y Diallo. Llegaron a aquellas latitudes otros nombres rimbombantes, como Draxler o Doumbia, pero sin grandes excesos. En conjunto, el Al-Sadd (ya presentó una propuesta hace dos veranos), el Al-Ahli, el Al-Rayyan o el Al-Duhail invierton por encima de lo que sería necesario para llevarse a Nabil, por lo que se trataría de una de las pocas competiciones con fondos para reclutarle.
Incluso por motivos de índole religiosa, el francés de origen argelino se decanta más por Arabia Saudí, la otra vía plausible. Relacionado en su día de manera absurda (estaba lesionado) con el Al-Fateh, en la SPL solamente podría enrolarse en uno de los cuatro clubes dependientes del PIF (Fondo de Inversión Público, por sus siglas en inglés), ya que el resto tiene un presupuesto cerrado de 20 millones de dólares para contratar extranjeros, donde va incluido su sueldo, por lo que, aparte de no poder contratar a otros, no les entraría un gasto de 22 millones para satisfacer al Betis y a Fekir. Por ende, los únicos con recursos ilimitados son los posibles pretendientes del galo: Al-Ittihad (donde corta el bacalao Ramón Planes y juegan Luiz Felipe y Benzema), Al-Nassr (el de Cristiano Ronaldo), Al-Hilal (de Neymar y Bono) y Al-Ahli (de Gabri Veiga). Entre ellos o alguno de los fuertes qataríes está la solución al 'culebrón'. No busquen más que no hay, que diría Silvio.