Mucho se ha hablado en los últimos días del futuro de Ayoze Pérez, que se juega su presencia en la Eurocopa estos días en Las Rozas, donde se ejercita a las órdenes de Luis de la Fuente. Una década después de estrenarse con la sub 21, al tinerfeño le ha llegado la soñada oportunidad de vestir la camiseta de Absoluta, una de las razones principales por la que abandonó Inglaterra y se decidió firmar por el Real Betis. Lo hizo primero como cedido en sus últimos seis meses de vinculación con el Leicester y, después, ya como futbolista verdiblanco en propiedad, comprometiéndose hasta 2027 a pesar de tener, como en la ventana anterior, ofertas económicamente superiores (Villarreal CF, Rayados de Monterrey, PSV Eindhoven...). El interés del FC Barcelona, todavía no materializado pero sí en la agenda de Deco, ha hecho temer a los aficionados heliopolitanos por uno de sus abanderados, si bien hay mucha tela que cortar al respecto.
Para empezar, aunque sus palabras sonaran ambiguas a la salida de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, donde siguió trabajando en la semana de vacaciones del resto para mantenerse en forma hasta su desembarco en tierras madrileñas, el '10' está muy feliz en Sevilla. Que se haya comprado recientemente una casa no sería un indicio definitorio, pues lo ha hecho por su comodidad, claro, pero también adquirió varias propiedades en Reino Unido y luego, al marcharse, las vendió, ganándoles dinero, además. De cualquier forma, en sus planes inmediatos no está una salida, pues es consciente de que, si ha conseguido su sueño de 'La Roja' con el escudo de las trece barras, tiene muchas opciones de volver, incluso aunque sea ahora uno de los tres descartes el próximo viernes 7 de junio (el seleccionador decidirá tras el amistoso del miércoles 5 ante Andorra) que cambiando de aires y, a lo mejor, no teniendo las mismas confianza y regularidad.
Pero, lógicamente, todo puede pasar. El de Ayoze no es un caso único, como ya se ha explicado en ESTADIO Deportivo. William Carvalho renovó hasta 2026 inesperadamente, tras rechazar varias veces las propuestas a la baja recibidas desde la planta noble del Benito Villamarín, a cambio de contar con quince días de rebajas a primeros de julio en su cláusula de rescisión, que pasaba de 120 millones de euros a apenas dos en caso de poder marcharse a Arabia Saudí. Al aterrizar en La Palmera, la libertad de Isco Alarcón era de sólo 10 kilos, doblada cuando amplió, desapareciendo también su salario ínfimo con pluses por objetivos. Germán Pezzella, que terminaba en 2025, firmó un año más sin mejorar sus emolumentos, pero se podrá marchar unilateralmente a River Plate o donde desee no por 40 millones, sino únicamente por cinco, sin derecho de tanteo por parte bética.
Volviendo al tinerfeño, como ha podido corroborar este periódico, su cláusula es de 10 millones de euros, pues aceptó cobrar menos de lo que pretendía (no llega a los dos kilos netos de fijo). Como otros compañeros, entre ellos los citados o Assane Diao (llevárselo cuesta 30, aunque si alguien pone 15 el Betis debe doblarle el sueldo o dejarle ir por esa cantidad), tiene la opción de marcharse si un club pone sobre la mesa cuatro (o, incluso, tres si es de la SPL, donde suelen gastar más en sueldos que en traspasos). En tal caso, desde La Palmera deberían igualar ese listón salarial para retenerlo y forzar que el pretendiente llegase hasta los diez, aunque, en todo caso, es un detalle engorroso e interpretable de su contrato, porque la última palabra siempre sería de Ayoze. De cualquier modo, su intención en estos momentos no pasa por emigrar. Obviamente, no se cierra ninguna puerta ni estaría siendo desagradecido si usa una de las vías de escape incluidas en los documentos firmados hace ahora un año.