Aitor Torvisco11 min lecturaLa casta guerrera de Pezzella y Edgar, los únicos que jugaron los 90 minutos ante las ausencias por lesión de Bartra y Víctor Ruiz y la ya previsible decisión de Pellegrini de no alinear aún al recién llegado Luiz Felipe. La velocidad de Álex Moreno. Los detalles del inagotable repertorio de calidad técnica de Nabil Fekir. Y el instinto especial para el gol de Juanmi Jiménez.
Esas son las mejores conclusiones que puede obtener este sábado el Real Betis del segundo partido de la pretemporada, en la primera derrota estival (2-1). El PSV es un equipo mucho más rodado que el verdiblanco. La próxima semana, los de Van Nistelrooy afrontan ya dos partidos oficiales de máxima exigencia (Supercopa neerlandesa y previa de Champions) y eso se notó. Eso y que el exdelantero tiene estudiadísimo al que fuera su entrenador en el Málaga CF.
Físicamente más fuertes, hábiles para correr a la más mínima oportunidad y peligrosos en esas veloces transiciones. Marcaron dos goles, Bravo y Dani Martín evitaron otros tres y el ex del Sevilla FC Luuk de Jong perdonó dos clarísimas. Pese a ello, cuando era capaz de enlazar un par de posesiones largas, el Betis se asentaba y dejó algunas fases de meritorio dominio al que le faltó profundidad para obtener más rendimiento. Toca seguir afinando. Próxima parada, Inglaterra, con Marsella y Brentford como piedras de toque.
Así jugaron, uno a uno, los futbolistas verdiblancos, en la derrota en el Philips Stadion de Eindhoven.
El primer balón que vio cerca de su portería acabó en el fondo de las redes tras el zapatazo cruzado de Gakpo. Luego, se reivindicó con dos paradones a Madueke, evitando que el PSV se pusiera con 3-0 antes del 15'. Personalidad para jugar con el pie encimado por rivales.
Acabó disipándose, pero en el arranque parecía de los pocos capaces de igualar el alto ritmo físico del PSV. Insistente en su habitual ida y vuelta, durante una fase se entendió bien con Luiz Henrique y aprovechaba las diagonales del brasileño para ofrecerse al espacio.
Algo irregular en la entrega bajo presión aunque solvente en los duelos, ganando muchos. Solvente por arriba, se elevó sobre dos torres como De Jong y su compañero Edgar para evitar el gol del ex del Sevilla FC en la primera parte en la primera mitad y taponó otro disparo de Gakpo en la reanudación.
La salida en estático le obligaba a dejar muchos metros a su espalda y sufrió para recolocarse en esas transiciones rápidas que le hacían recular. Sin embargo, estuvo inabordable en uno contra uno y muy listo a la hora de meter el pie. Sin contemplaciones a la hora de despejar los balones sueltos en su área.
Ha currado en vacaciones, es evidente. Ha vuelto como se fue: rapidísimo de piernas y con una aceleración impropia del mes de julio y del segundo partido de pretemporada. Lo mejor en ataque del Betis en la primera parte llegaron con internadas del catalán, quien sigue estando en el escaparate mediático del mercado y demuestra que su cotización al alza es merecida.
Terminó más tarde de competir por sus partidos con Argentina, se incorporó más tarde ya en Austria y comenzó a trabajar de manera progresiva. Cuando el partido se rompía y se volvía loco, sufría, pues las piernas aún no le dan para abarcar lo que acostumbra. Cuando le pillaba bien colocado, demuestra que tiene tablas para dar y regalar.
Centrado en la construcción y en la elaboración, intentando dar salida desde muy atrás pero sin encontrar la forma de imponer un ritmo algo más dinámico. A falta de espacios, intentó sorprender con disparos. Uno, en semifallo, lo atrapó con facilidad Benítez. Otro, de falta directa, estuvo muy cerca del gol, pero se fue rozando el lateral de la red.
Muy rodeado y desconectado en el primer tramo, lo intentó en el 17' con un caracoleo finalizado con un lejano disparo que salió alto. A partir de ahí se animó un poco más y comenzó a intervenir con más frecuencia en el tramo final de la primera parte. Con todo, apenas pudo brillar porque no había hueco para encarar, que es lo que más le gusta. Suplido al descanso.
Muy rodeado en todo momento, el PSV le obliga a recibir de espaldas para luego hacer presiones de dos y hasta tres contra uno. Las primera pérdidas del galo generaron transiciones rápidas que costaron un gol (era falta previa de Sangaré) y dos ocasiones claras. Se llevó varios 'regalitos' y dejó un taconazo para enmarcar, así como un majestuoso centro al segundo palo en el córner del 1-1.
Otro de los 'perjudicados' de la llegada de Luiz Henrique. El extremeño solía partir desde la derecha y el brasileño le desplazó a la izquierda una situación similar. La segunda parte, ya sin el ex de Fluminese, regresó a la derecha y se le vio más cómodo a la hora de recibir, proteger y girarse hacia adentro con la zurda. Intentó filtrar algún pase buscando a Willian José antes de dejar su sitio a Rober.
Intentó generar vías de pase, bajando a recibir y tirando desmarques entre las ordenadas líneas locales y tuvo la primera clara del Betis, tras una gran acción de Fekir y Álex, pero se topó con Benítez. En el tramo final de la primera parte soltó un zapatazo desde el mismo punto de su memorable gol en Vallecas pero esta vez se fue fuera por milímetros.
Heredó de Borja el necesario rol de hombre boya, que pivota viene a recibir y se mueve para intentar desahogar y mover a una ordenada zaga del PSV. Tuvo un único disparo, pero el portero adivinó la dirección.
Sigue iluminado. Suyo fue el primer gol de la pretemporada del Betis, tras 142 minutos sin marcar ante el Grödig (0-0) y el PSV. Se elevó en el segundo palo para cabecear entre cinco o seis jugadores, todos más altos que él. Tuvo otra en un rechace que le pilló a contrapie y su remate fue demasiado forzado y flojo, fácil para el meta local.
Volvía después de una 20/21 inédito por las lesiones y una 21/22 en la que jugó cedido en el Málaga CF. El primer disparo fue gol, pues no pudo evitar el 2-1 pese a su estirada. Eso sí, unos minutos después se desquitó con una gran parada a Vertessen.
Se llevó un golpe aparentemente doloroso nada más salir y le condicionó unos minutos. Luego acompañó con disciplina las jugadas, abriéndose por la derecha aunque sin dejar su huella en el partido.
Sale en la foto del 2-1 muy a su pesar, ya que de su acierto a la hora de llegar para taponar un centro de la derecha provocó un rechace corto que Mwene recogió en el vértice del área para orientarse hacia su pierna izquierda y batir a Dani.
Primeros minutos de la pretemporada para el mexicano, que llegó tarde en alguna acción fruto de esa puesta a punto recién comenzada. Aclamado en la que fue su casa durante tres temporadas. El mexicano, que llegó a ser capitán del PSV, escuchó el cántico 'Mi amigo Guardado' y se bañó en el cariño del Philips Stadion.
De los más activos en el carrusel de cambios de la segunda mitad, siempre reclamando la pelota, protegiendo con astucia con su cuerpo para salvar la presión y mostrándose clarividente en el primer pase. Incluso lo intentó con un disparo desde la frontal que salió muy centrado.
Demostró su clase jugando por dentro (salió por Fekir), recibiendo siempre de espaldas y girándose con la agilidad de un chaval veinteañero. Nada más lejos, tiene 41 recién cumplidos, como se veía en su dorsal especial con ese mismo número para conmemorar su efeméride.
Apenas entró en calor, recibiendo muy de cuando en cuando y tendiendo a anclarse en la banda derecha, sin internarse para tratar de participar más y habilitar las subidas de un Montoya sin margen de sorpreder.