Las 'cincuenta sombras' de Negreira se prolongan con Soto Grado en el Villamarín

El colegiado riojano incendió el estadio verdiblanco justo antes de pitar el final del primer tiempo cuando frenó un contragolpe mortal de Rodri por una falta previa de Ruibal a Camavinga. Antes había anulado un gol a Benzema por manos de Rüdiger

Las 'cincuenta sombras' de Negreira se prolongan con Soto Grado en el Villamarín
El colegiado Soto Grado señala que hay mano en el gol de Benzema. - Lince.
Alberto GálvezAlberto Gálvez 6 min lectura

Con el 'Caso Negreira' en plena ebullición una semana más, es lógico que ahora los aficionados se cuestionen en cada jornada el trato de los árbitros con el FC Barcelona y el Real Madrid. Si antes era reconocida ya una tónica de que los colegiados beneficiaban siempre a los grandes, ahora la lupa está centrada en si el conjunto catalán saca más ventaja que los capitalinos en el trato con los colegiados.

Y tras desvelarse los 33 pagos realizados por el conjunto culé al exvicepresidente del CTA, esta jornada se han producido algunas 'sombras' más que han levantado polémicas en las distintas áreas de los partidos que han afrontado barcelonistas y madridistas.

Por orden de juego, en el Spotify Camp Nou pitó Arberola Rojas y el colegiado manchego no tuvo decisiones decisivas hasta que llegó el minuto 85 de partido, momento en el que el Valencia reclamaría un posible penalti de Kessié sobre Fran Pérez. La jugada era muy peligrosa, ya que el albinegro se internaba a toda velocidad, pero apareció en centrocampista marfileño para frenar su avance de manera contundente. La rapidez de la jugada no permitió apreciar bien la posible infracción en directo, pero la repetición parecía inequívoca, aunque ni el colegiado de campo ni los responsables de VAR revirtieron su decisión. Eso sí, antes ya había expulsado merecidamente a Araujo en una jugada en la que el uruguayo era el último hombre (60').

Y tras la victoria por la mínima del equipo de Xavi Hernández, el Barça se colocaba de nuevo a diez puntos de su perseguidor más cercano, el Real Madrid, que ha cerrado la jornada dominical en el Benito Villamarín. Y en el minuto 13, el juez de la contienda, Soto Grado, ya tuvo que hacer uso del VAR. Una falta botada por Benzema casi en la frontal del área se coló por toda la escuadra tras tocar previamente en el brazo de Rüdiger, quien estaba situado en la barrera.

Los jugadores blancos celebraron el gol pero, tras revisar la jugada, aplicó el reglamento y anuló el tanto de los blancos. Y es que según la normativa, ningún jugador puede anotar un gol con la mano ni ayudarse de ella en el control previo, por muy involuntario que sea el gesto.

Ya en el 23', volvió a acertar el riojano al no hacer caso a las protestas de Lucas Vázquez, quien pidió manos de Miranda dentro del área tras un centro lateral suyo, cuando el balón le había dado claramente en el trasero.

Antes del descanso, le mostraría una amarilla clara también a Camavinga por una entrada por detrás al bético Rodri, así como ignoró la disputa titánica en el área madridista entre Militao y Borja Iglesias (28'). Eso sí, incendió el Benito Villamarín cuando en el tiempo añadido del primer acto frenó un contragolpe mortal del mismo Rodri por interpretar que hubo voluntariedad de falta en un cruce entre Ruibal y Camavinga. Cuando el verdiblanco estaba ya en el área blanca, pitó falta y, luego, con las protestas le enseñó la amarilla a William Carvalho.

En el segundo tiempo, reclaman penalti a Benzema

Ya en el segundo tiempo, Soto Grado mostró amarilla a Sabaly, quien se desentendió del balón y frenó a Vinicius con sus brazos, y a Borja Iglesias por protestar de forma airada con los brazos una acción con Militao en la que le pitaron falta. Mientras, se hacía el sueco con el propio Vinicius, quien no paró de gesticular y reclamarle al colegiado riojano. Hasta que no tuvo más remedio y se la enseñó a cinco minutos del final. También hizo lo propio con Rodrygo por desplazar un balón y con Militao - a posteriori - por frenar a Borja Iglesias en una acción previa a la primera.

De ahí al final, le perdonó la segunda cartulina a Sabaly en una entrada a destiempo a Vinicius, pero que ni los madridistas protestaron, y no señaló un claro agarrón de Nacho sobre Luiz Henrique justo en el borde del área. Los madridistas, por su parte, también protestaron un contacto de William Carvalho sobre Benzema dentro del área, pero Soto Grado ordenó continuar la jugada.