Óscar Murillo3 min lecturaEl Real Betis preferiría no hacer movimientos invernales para mantener en verde su presupuesto para la 24/25, condicionado a la clasificación para competiciones europeas por quinta temporada consecutiva y, sobre todo, a llegar hasta semifinales de la Conference League como poco, por lo que un incumplimiento de los objetivos volvería a descuadrar todas las cuentas, con un mínimo superávit por segundo ejercicio consecutivo. Con la regla 1:1 desde este verano y la venta extemporánea de Rodri Sánchez al Al-Arabi qatarí por 8,5 millones de euros, la afición no entendería el inmovilismo, aunque la explicación está unas líneas más arriba. De todas formas, cobra fuerza la opción de reclutar un pivote por la pura necesidad que se está evidenciando con la lesión de larga duración de William Carvalho, las dudas sobre la reaparición de Marc Roca y la actual dolencia muscular de Johnny Cardoso, que deja en cuadro esta demarcación.
Desde el entorno de Guido Rodríguez niegan la mayor a ESTADIO Deportivo acerca de cualquier movimiento (sondeo, ofrecimiento...) que invite a pensar en el retorno del italo-argentino a Heliópolis, por mucho que no tenga continuidad en un West Ham que se habría gastado, entre prima de fichaje y salario, más de cinco millones de euros. Tampoco en la planta noble del Benito Villamarín, donde por cierto consideran insalvable la diferencia con el Real Madrid por Dani Ceballos (más aún tras caer ahora Eduardo Camavinga), confirman la existencia siquiera de interés por repatriar al de Sáenz Peña, en parte por su gris salida de La Palmera y algunos gestos que no han trascendidos pero se consideran cruciales en negativo. Siendo fútbol, aclara una fuente solvente, "todo puede pasar", en cualquier caso, pero insiste en su improbabilidad, como ocurre con el utrerano.
Tampoco se antoja sencillo lo de Arthur Melo, relacionado de nuevo desde Italia tras un presunto interés en la ventana anterior. Es rigurosamente cierto que la Juventus, tras una fructífera cesión a la Fiorentina en la 23/24 (dos goles y cuatro asistencias en 48 partidos), pretende aprovechar la inercia para recuperar una parte de los 80,6 millones de euros que invirtió en su contratación desde el FC Barcelona hace cuatro años y medio, tasando al brasileño en 20 millones, aunque en Florencia no 'picaron'. A sus 28 años y a siete meses largos de iniciar su último año de contrato en Turín, se antoja la última oportunidad de monetizar su salida, aunque ya ingresó dos millones por el último préstamo. Alto salario aparte, en el Real Betis gusta, aunque escapa aparentemente de sus posibilidades, máxime cuando, según 'Tuttomercato', el Benfica aprieta para comprarle, con Bolonia y Como muy pendientes igualmente de su futuro.
