Guido Rodríguez ha salido del Betis por la puerta de atrás después de haber sido un emblema del club verdiblanco y un futbolista tremendamente importante en el crecimiento de la entidad en los últimos años. Rechazó la oferta que le puso la directiva sobre la mesa para renovar seducido por el interés del Barça y firmó un preacuerdo que se convirtió en papel mojado tras el paso atrás de los azulgranas, lo que le dejó sin equipo y con una mala imagen de cara a la afición bética.
Una vez concluida su vinculación el 30 de junio, se ha hablado en repetidas ocasiones de su vuelta para reforzar la posición de pivote, pero desde el club siempre se calificó públicamente de remota esta posibilidad, completamente descartada una vez que el argentino alcanzó un acuerdo definitivo días atrás con el West Ham para poner rumbo a la Premier.
Una vez resuelto este culebrón, Guido Rodríguez ha querido despedirse del Betis por medio de una carta en su cuenta de Instagram en la que trata de justificar las decisiones que ha tomado de cara a este mercado estival y por qué no renovó con el club verdiblanco cuando tuvo la oportunidad.
“Es imposible expresar en palabras lo que sentí y viví estos cuatro años y medio, pero vamos a intentarlo... Gracias es lo primero que se me viene a la cabeza, fueron años increíbles y los disfruté como nunca. Tanto yo como mi familia, nos encontramos con una ciudad y un club que nos atrapó, nos enamoró. Me acuerdo de mi primer partido en el Vilamarín escuchando el himno al salir el equipo, dije: este es mi lugar", señala Guido, que recuerda los éxitos conseguidos: "Nunca voy a olvidar el proceso de toda la Copa del Rey, y los festejos el día posterior. Fue algo soñado. Ver la cara de felicidad de todos los béticos una vez conseguido el objetivo. También las cuatro clasificaciones europeas consecutivas, creo que fue un gran crecimiento del club y fue un honor ser parte".
Acto seguido, afronta ya el asunto de su marcha, la cual dista de lo que tenía previsto. "Mi salida no fue como me la imaginaba, y sé que a muchos no les gustó. Los últimos meses no fueron fáciles para mí y no fue mi mejor momento, los sufrí mucho, pero para tomar esta decisión tuve que dejar de lado los sentimientos, pues no hubiese podido hacerlo de otra forma", explica el argentino, que aportó los argumentos que le llevaron a rechazar la opción de continuar. "No se dan una idea lo que amo a este club y a esta ciudad, pero tenía que pensar y anteponer otras cosas también, como mi futuro y el de mi familia, buscar nuevos retos, nuevos objetivos y mantener vivo ese fuego interior que siento y que me movilizo siempre en este deporte".
Eso sí, afirma que no lo tuvo claro hasta el final, pero que buscaba un destino que le llenara más: "Dudé hasta el último día en que iba a pasar con mi futuro y que era lo mejor para mí. Pero me voy tranquilo, en paz mental, por qué cada día que fui jugador del Betis dejé todo lo que tenía para dar, no me guardé nunca nada, me vacié. Y creo que es momento de buscar llenarme en otro lugar".
"Los voy a extrañar lo sé, son parte de mi vida, una importantísima. Porque vivimos y compartimos muchas cosas, más de las pensadas a nivel profesional y personal. Voy a volver a ver siempre que pueda al equipo y una parte de Sevilla me la llevo en el corazón", concluyó.