Las buenas noticias en el fútbol a veces vienen acompañadas de decisiones difíciles generadas por lo que se suele tildarse como un bendito problema. Bendito porque se dispone de la vía de elegir entre opciones válidas con las que antes no se contaba, pero también un arma de doble filo, tanto en cuanto una elección significa dejar fuera a otro factor relevante de la ecuación.
Esta es la situación a la que se enfrenta Manuel Pellegrini de cara al choque del domingo contra el Girona con un protagonista como Nabil Fekir, cuyo nivel de participación en este encuentro crea un dilema que atormenta al técnico chileno. El franco-argelino ha sido titularísimo desde que se recuperó de su larga lesión y prácticamente lo ha jugado todo debido a la ausencia de Isco más allá de la cita con el Atlético por la fractura de los huesos rotos de la nariz.
Desde que el malagueño cayó ante el Getafe, ocupó su posición con un descomunal desgaste, pero el 'mago' ya reapareció contra el Rayo, cuando ingresó en la segunda parte una vez dejada atrás sus molestias, y se espera que, tras el parón, ya regrese al once titular de Pellegrini y más teniendo en cuenta el atasco de juego y resultados (tres derrotas seguidas) por el que atraviesan los verdiblancos.
Esta vuelta crea a Pellegrini el 'problema' de despejar la incógnita de qué hacer con Fekir ahora que la mediapunta corresponderá con casi toda seguridad a Isco. Se abre un abanico de posibilidades, entre las que toma forma que se quede en el banquillo.
Por un lado, cabe la opción de que jueguen juntos, lo que, por las lesiones de uno y de otro, solo ha ocurrido de inicio en dos ocasiones, en los encuentros ante Mallorca y Getafe, justo antes de que el de Arroyo de la Miel se viera obligado a permanecer en el dique seco.
Las dos veces, Isco ejerció de Isco, mientras que Fekir se desempeñó de falso nueve, según Pellegrini porque acababa de volver de la lesión. Para que repitiera tendría que sacrificar a Willian José, que atraviesa por buen momento e, incluso a Chimy Ávila, que sería la alternativa. Además, Bakambu entrará posiblemente en la lista. No es descartable, pero sí poco probable.
Otra vía, que ya no incluye que compartan once, es que parta desde un costado, el derecho preferentemente, con tendencia hacia dentro, para lo que Pellegrini tendría que sentar a Pablo Fornals y desde que llegó en enero ha sido un fijo en sus planes por trabajo y aportación en la circulación por su carril. Otra baza es quitar a Ayoze Pérez, que volvió recientemente y ya fue titular en Vallecas. El técnico le tiene mucha fe por el desborde y las ideas que le aporta al equipo en ataque.
Por último y muy remoto, sería romper el doble pivote, para que Isco y Fekir jugarán juntos por dentro, pero conllevaría debilitar la contención en el centro del campo ante un Girona que aprovecha al máximo los espacios. Probablemente ni se lo habrá planteado Pellegrini, que confía mucho en Fekir, pero que se ve obligado a tomar una dura decisión que acabará con una estrella bética fuera del terreno de juego en Montilivi.