El protagonismo de Nabil Fekir en este curso ha adquirido una dimensión diferente respecto a los cursos anteriores, pues, lastrado por una larga lesión, no es protagonista por marcar la diferencia sobre el terreno de juego, sino por ser el centro de las críticas tras su reaparición y arrastrar en cierto modo a Manuel Pellegrini por la fe ciega que ha demostrado hasta ahora en el franco-argelino.
Su titularidad era obligada cuando regresó de su lesión por la ausencia, sobre todo, de Isco, y también de Ayoze Pérez, y Pellegrini lo empleó hasta prácticmente la extenuación de la estrella bética, que lo jugó básicamente todo y que terminó pagando el peaje al estar muy expuesto. Su discreto rendimiento, sumado a la racha de cuatro derrotas, lo ha colocado en el punto de mira de la afición y de los medios, a la par que ha propiciado que el Betis haya tomado la decisión de escuchar ofertas por él para hacer caja en verano.
Ahora mismo, su casi único respaldo es Pellegrini, que fue contra viento y marea en el choque en Montilivi, donde incluso cambió su sistema para no sentar al internacional francés cuando todo apuntaba a esta vía ante la recuperación de Isco y Ayoze. El chileno sacrificó el doble pivote con banquillazo para un Johnny Cardoso en gran momento y juntar a los cuatro jugones (Fornals, Fekir, Isco y Ayoze), apuesta que no le salió bien por la fragilidad en la medular evidenciada en el 3-2 contra los de Míchel.
Llovieron críticas tanto al futbolista como a Pellegrini por insistir en su titularidad pese a sus prestaciones y, ahora, en vísperas de la cita contra el Celta, se le presenta otro gran dilema al míster con Fekir. Es decir, si mantener el pulso con una nueva presencia en el once o ceder ante la presión por la poca aportación en las últimas citas y dejarlo en el banquillo en favor del recomponer el doble pivote con Johnny.
Lo cierto es que en las probaturas realizadas durante el entrenamiento de ayer utilizó un once con apariencia de titular en el que no aparecían ni Guido Rodríguez, ni Willian José ni el propio Fekir. En los dos primeros casos, difícilmente prescindirá de su sostén en el centro del campo ni del brasileño, que viene de marcar dos goles en Girona y ha anotado tres de los últimos cuatro del Betis, pero sí que resulta significativo que haya probado sin el franco-argelino.
Podría ser una pista o que simplemente una maniobra de despiste, pero la verdad es que Pellegrini se juega mucho con la decisión en todos los sentidos, porque prescindir de él se podría entender como un 'castigo' por su rendimiento mientras que incluirlo en el once acrecentará probablemente las critícas.