Días decisivos para la renovación de Guido Rodríguez

Ausente actualmente, como su compatriota Pezzella, por los compromisos de la selección argentina, que juega contra Perú en la madrugada del miércoles (hora española) dentro de las Eliminatorias de clasificación para el Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, el nombre de Guido Rodríguez es el más repetido estos días en las oficinas del Benito Villamarín y en los despachos de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, sede estos últimos de la dirección deportiva. El Real Betis ha estrechado el cerco sobre la renovación del pivote italo-argentino, tras meses intentando cuadrar una reunión con sus agentes, la familia Sabbag, una vez que quedó claro en la pasada ventana invernal que el futbolista no pretendía moverse de Sevilla, máxime en puertas de ser padre por segunda vez, rechazando por esta razón, entre otras, las propuestas de Lyon y Forest.

Sobre el de Sáenz Peña siempre se ha dicho que no pretende un simple cambio de aires. Muy a gusto, querido y valorado en Heliópolis, solamente estudiaría una mejora no ya económica, sino deportiva, marchándose a un club con aspiraciones de Champions League, no a uno más pudiente en lo monetario pero sin opciones reales de luchar por la máxima competición continental. Su sueño era compartir el FC Barcelona con Leo Messi, algo que parece ya inviable, pero son el culé, el Real Madrid o el Atlético de Madrid, amén de alguno del 'Big 6' inglés, los que podrían hacerle emigrar. Además, había pedido instalarse en el primer escalón salarial de la plantilla bética, donde sobresale un Nabil Fekir que percibe 3,5 millones de euros netos anuales, o, al menos, cobrar como William Carvalho (2,5), a lo que hasta ahora se negaban en La Palmera. Los réditos de la venta extemporánea de Luiz Felipe al Al-Ittihad, la ampliación de capital y alguna operación futura (¿Assane Diao?) obrarían el margen de maniobra necesario.

Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, esta semana puede ser decisiva para conocer el futuro de Guido como verdiblanco. La cuestión se lleva con sigilo en la planta noble, desde la que se desliza únicamente optimismo, pese a que las últimas manifestaciones públicas del interesado, sin esquivar que se siente como en casa aquí, no eran especialmente halagüeñas. De todas formas, parece que, para bien o para mal, el 'culebrón' llegará pronto a su final. De hecho, otro de los que termina en 2024, Juan Miranda, con la constante presión del Milan para hacerse con sus servicios, incluso ahora en enero, está a la espera, pues toda la comisión ejecutiva de la institución heliopolitana se está volcando ahora con la continuidad del argentino hasta 2026 o 2027, acaso con esa cláusula de salida rebajada en julio del año que viene de la que ya disfrutó Carvalho en la ventana anterior.

Mientras tanto, el lateral zurdo aguarda su turno, que no debería pasar, de todas formas, de este mes, pues se quiere resolver pronto lo del '5' y pasar al '3'. Tras el fuerte sondeo por parte de la Real Sociedad, que se ha cubierto las espaldas este curso con Tierney cedido, pero que pretende apostar a coste cero por el olivarense en la 24/25, un plan también compartido con el FC Barcelona (que ya es consciente de que su 40% de un futuro traspaso apenas le dará dinero) y los propios 'rossoneri'. Si alguno aprieta en el mercado invernal con una propuesta convincente, podría obtener un pase por el que, de momento, no está peleando el Betis. Por su parte, el internacional español sabe que, ocurra lo ocurra, tendrá alternativas muy importantes para prolongar su carrera, aunque su ilusión sería seguir en casa y sentir el respaldo en forma de apuesta del club de sus amores.